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jueves, 25 de junio de 2015

MI vídeo XXX para todos ustedes!!!!



A petición de todos ustedes y en agradecimiento a su preferencia, les presento este video que fue mi primer video pornográfico ó XXX, con el consenso de la personita que aparece en el vídeo, en esa época era mi pareja de aventuras, y nos llevábamos tan bien, que al calor de las sabanas platicamos esta fantasía en la que ambos para nuestra sorpresa, ¡coincidimos en grabarnos haciendo el amor!, lo platicamos y decidimos llevar a la realidad esta inquietud. Al principio estábamos cuidadosos de la cámara, de las escenas...pero la calentura nos ganó y este fue el resultado. Espero que lo disfruten igual o más que yo...les dejo besitos húmedos!!!



jueves, 4 de junio de 2015

Recuperando la confianza.



Por más que luche contra él, el pesimismo termino por inmiscuirse cuando se trataba de una cita por facebook, inventaba todo tipo de pretextos, desde los más típicos hasta los más inverosímiles para evitarlo. No me juzguen por favor, pues para quien haya leído mi “bitácora” de aventuras, sabrá de que les estoy hablando; para quien empiece a leer mis relatos, les comento un poco. Tenía dos perfiles en esa red social, sin embargo todo se complicó en demasía, me encontré con toda clase de gente, en su mayoría que solo buscaba curiosear, otros más una relación estable (de novios), y en el PEOR de los casos y de hecho ese fue el detonante para abandonar el “feis” por unas semanas, si…¡me dejaron plantada!. Aunado a eso, eran constantes las propuestas que siempre me dejaban en desventaja, otros más de oportunistas y vividores, invitaciones de chicas travestis para tener intimidad (de verdad que hay chicas que son guapísimas, cualquiera se volvería lesbiana por ellas jaja), pero tengo bien firme mi convicción, mi rol ha sido y será PASIVA, insisto en que en la cama debe haber únicamente UNA NENA, por supuesto YO. La verdad todas esas situaciones terminaron por hartarme, decidí finiquitar esos perfiles sin avisarles, y en definitiva dejar esa conexión que ya se estaba volviendo enfermiza y de presiones.

Emprendí una nueva etapa y para corregir errores que tal vez, también fueron culpa mía, cree un nuevo perfil (el que actualmente tengo Samara), advirtiendo que no buscaba citas por ese medio. Como suele pasar NO leyeron e inmediatamente me empezaron a llegar un sinfín de mensajes de innumerables usuarios de esta red social, desde invitaciones para ir al “cine”, piropos y propuestas para tener sexo. La última vez por no perder la “amistad” de ellos lo reconozco… algunos les di el avión, y asumo la parte de culpa que me toca.

Precisamente y para no tener ese tipo de conflictos, con la pena procedí a dar una respuesta negativa a TODOS los que me invitaban a compartir colchón, ¡ni modo!… fui muy clara, sincera y honesta desde un inicio, cosa que molesto a vari@s usuarios. Al abrir el perfil que actualmente tengo, (no les presumo) pero llegue a tener una demanda impresionante de solicitudes de amistad, ¡alrededor de doscientas diarias!, sin embargo el hecho de ser sincera me costó la popularidad, pues después de exponerles mis motivos por los cuales ni siquiera intentaba de nuevo una cita por el “feis”, les dejaba de interesar y jamás volvían a escribir. Todavía de buena onda les explicaba los motivos del porque no me sentía atraída por una cita a través de ese medio, pero ya ven como son algunas personas ni explicándoles con un ábaco entienden… ¡ni modo!.

En esta nueva etapa, me han brindado una amistad muy padre dos grandes amigos: Oscar y Ernesto. Les hablaré de este último pues me paso algo muy inusual con él. Dicen que el que persevera alcanza, ¡y se cumplió el dicho!.  Me abordo como cualquier chico que desea una cita con final feliz con esta servidora, una tarde (de suerte)… me escribió y me expuso sus motivos por los cuales deseaba conocerme para tener intimidad. No era el típico mensaje simple de “vamos a coger” o la foto de un “pene” que muchas veces ni son los suyos, ¡no sean presumidos!, era un mensaje detallado, que estuve leyendo por varios minutos. Me agradaba la propuesta pero lamentablemente tenía que desecharla pues aún estaba “sanando heridas”.

Con el dolor de mi corazón (porque no se crean, SI siento feo decir un NO, pero muchas veces es NECESARIO), así que le hice saber que no me interesaba su propuesta. Igualmente acompañe mi “no” de la explicación correspondiente y detallada para no ser grosera, si él se tomó unos minutos para escribir esas líneas es lo menos que podía hacer. No esperaba una respuesta de vuelta, pues como ya les comente, en cuanto leían que no me interesaba una cita, ni por error me volvían a escribir, pero con este chico fue diferente, es más ¡me sorprendió encontrar un mensaje más de él!

La diferencia es que en cuanto le dije que no buscaba citas, no se molestó, ni trato de cambiar mi opinión, por el contrario… se mostró extremadamente comprensivo a cambio me ofreció una amistad sincera. No estaba muy convencida de llevar una “amistad” con él pues no tenía fotos, ni observaba en su perfil alguna afinidad, tenía pocos amigos, se podría decir que no había nada de donde crearme una opinión de este chico. Como ya les mencione en otras anécdotas, mi forma de ser es no juzgar a la gente por su apariencia, religión, preferencias sexuales etc, ni soy como las chicas biológicas que generalizo y digo “todos los hombres son iguales” momento…cada ser por el hecho de ser único es irrepetible y nadie absolutamente es igual a nadie, y también me queda claro que no hay seres superiores en este mundo; así que me la jugué… y decidí abrirle las puertas de mi alma, pensamientos, sueños y deseos.

A ciencia cierta no tengo idea de cómo me fueron atrapando sus palabras, como esa magia me acariciaba el alma por las mañanas cuando leía sus mensajes, solo por las fechas que facebook registra, sé que no me embrujo (jaja). Tengo muy claro que su PACIENCIA, COMPRENSIÓN Y DISCRECIÓN FUERON PILARES Y CÓMPLICES para que todo esto se fuera desarrollando hasta llegar a consumar un encuentro.

Nuevamente me equivoque, mi franqueza y forma de ser no alejaban a toda la gente, solo alejaban a la gente problemática, pues en esta ocasión ser sincera tuvo su premio él: Ernesto. Sin darnos cuenta y en pocos días ya teníamos una “amistad”, virtual sí; ¡pero muy afianzada!. Empecé a confiarle situaciones y problemas de mi vida diaria. Como todo un caballero me ofreció su apoyo moral y económico. No solo me decía que confiara en él…¡me lo demostraba!. Fue reciproco, pues también me confesaba sus alegrías y vicisitudes; y aunque no podía estar con él de forma física, siempre le escribía un mensaje de aliento y apoyo.


Pasaban los días y como dos adolescentes de secundaria, nos escribíamos cosas románticas, de repente cositas ricas y cachondas; leernos nos provocaba un enorme placer, la dopamina estaba al 100% (no, no es una droga) aunque me provocaba un efecto similar. Era ya como un ritual conectarme al medio día para leer sus pensamientos e inquietudes, no me lo van a creer pero el leer sus líneas me provocaba una sensación como si alguien  me susurrara en el oído, un momento fantástico detentar esa sensación de mariposas en el estómago.

Me confesaba su temor de que lo rechazara por su apariencia y edad, pero le repetí lo que ya les dije en este relato, NO JUZGO A NADIE POR ESO. De todas las pláticas que tuvimos, nunca le pregunte su edad, por lo mismo no sabía si era un chico joven o madurito, lo que si podía percibir era a un ser MUY HUMANO, COMPRENSIVO Y PONDERADO. Cierta tarde me dice “nena necesito que me ayudes con algo, quiero subir una foto para que me conozcas, pero no pretendo que aparezca en mi perfil, solo es para que me conozcas única y exclusivamente tú mi nena”. Me mostré algo incrédula pues de principio pensé que me estaba gastando una broma, pero cuando vi que hablaba serio, me di cuenta que en realidad ignoraba la situación. En contexto, no soy una experta en esto del facebook, tengo poco tiempo usándolo, afortunadamente le puede asesorar para que subiera una foto desde su celular. Después de enviarme la foto se mostró algo dubitativo, quizás pensó que cuando la viera me iba a desanimar y toda la magia fenecería.

Ernesto estaba equivocado, mi respuesta lo alegro como no tienen idea, si la felicidad se castigara con cárcel a él le habrían dictado una cadena perpetua esa tarde. Perdón que suene repetitiva pero…esa tarde, fue mi tarde ¡de suerte! Al ver sus fotos terminó de atrapar mi atención y deseo, el encanto se afianzo, no me imaginaba que se trataba de un señor ya madurito, de unos cincuenta años aproximadamente… ¡justo como me gustan!, les confieso que me atraen como no tienen idea los señores maduros, no solo por su madurez y formalidad, si no por las clases de sexo que me brindan, es exquisito compartir una tarde de sexo con un señor.

Me dejo con la boca abierta, ahora no solo era la necesidad afectiva, también me sentía atraída sexualmente por él. Ya con más confianza me dio su teléfono, no prometí marcarle ese día pero le comente que en cuanto me sintiera preparada le llamaría. En un arrebato de felicidad, también me comento que hubo una etapa de su vida en la que se llegó a vestir de mujer e inclusive se volvió bisexual. Quizás pensó que tendría alguna dificultad en comprender esa situación, y nuevamente se equivocó, le dije que no tenía problema con su forma de ser ni con su pasado, él, estaba en la completa libertad de ejercer su sexualidad como mejor le pareciera, eso sí…solo le hice una aclaración, así como comprendo tu sexualidad, espero que comprendas la mía, SOY PASIVA y POR NADA NI NADIE del mundo pienso cambiar mis convicciones; me respondió ¡que estaba de acuerdo!


Ya no pude resistir la tentación y una tarde le avise por el facebook que tenía la intención de llamarle para que nos conociéramos de “voz”, Ernesto no cabía de la felicidad, apenas podía creer mi propuesta; “mi reyna me haces el hombre más feliz del mundo, por supuesto márcame, me cuelgas y yo te llamo para que no gastes tu saldo” (a eso llamo ser TODO un caballero). Yo también estaba muy feliz, pues cada vez nuestros pasos nos acercaban más. Me confesó que estaba nervioso, y le dije tranquilízate, tu solo piensa en el momento ¡lo demás se va dando solo!. Y así llego la tarde, le marque, colgué como habíamos acordado y me devolvió la llamada…

Escucho mi voz y lo note algo nervioso, ¡relájate! –le dije- ¿cómo estás papacito? le pregunte, tratando de romper el hielo inmediatamente, hacerle saber que estaba en confianza. Ya un poco más tranquilo empezó a charlar conmigo. Llegamos a un momento de silencio involuntario, y como bien dijo “el guion se terminó” ambos ya no sabíamos que decir. Tome un breve y ligero respiro… y le dije: ¡no te preocupes!, tranquilízate, hay que ordenar nuestras ideas y continuemos. Y así entre risas y con menos nervios, entablamos una plática ¡muy amena! Parecía que ya lo conocía de años, a pesar de ser la primera vez que hablaba con él por teléfono, me resulto muy familiar, quizás por las charlas diarias a través de facebook,

A medio día platicábamos por facebook, y a las cinco de la tarde (cuando había posibilidad de mi parte) me marcaba, SIEMPRE RESPETANDO los horarios y mi espacio, eso fue lo que me conquisto de pies a cabeza de Ernesto. Ya me paso en una ocasión, le di mi número telefónico a un chico que contacte por mi perfil de internet para citas, y solo me demostró su inmadurez al llamarme en horas y días QUE NO LE DIJE, eso me manifiesta además que no es de fiar, mucho menos discreto y posiblemente problemático, si estás leyendo esto precisamente por esa situación es que no te conteste los correos y las llamadas…darte una cita seria uno de los peores errores de mi vida después de tu comportamiento.

Solo faltaba la “cerecita en el pastel” conocernos en vivo y a todo sabor, de hecho así se lo comenté vía telefónica y hasta le dio risa “tienes un gran sentido del humor mamacita” –me dijo-. En varios mensajes me propuso un viaje a Taxco Guerrero, lamentablemente no lo pudimos concretar, pero si tuve la fortuna de conocerlo en persona. Fue un viernes cuando me decidí a definir la fecha para una cita, ya en mensajes anteriores le comente que yo estaba dispuesta siempre y cuando el hotel corriera por su cuenta. A cambio le ofrecí (como a todos mis amantes en turno) ir vestida de alguna fantasía (policía, enfermera, secretaría, etc.) en ocasiones suelo llevar lubricante y condones para corresponder.

Muchos se preguntan ¿por qué pido el pago del hotel?, bueno para contestarles sin mayores preámbulos y en una palabra: CABALLERO. Si de verdad se consideran unos caballeros, cuando una mujer biológica, transexual, travesti, etc, los invita a compartir su cama, lo menos que pueden hacer por ella es saberla cortejar, cuidar los pequeños detalles, ¡ser un caballero! y pagar la cuenta del hotel, no el típico patán incipiente de “tienes lugar”, es completamente nefasta la gente que piensa que por el hecho de ser travesti tienes que pagar todo, el hotel condones y hasta el cigarrito del patán. Otra cosa que no toman en cuenta es que cada encuentro genera gastos para la chica travesti, ¡sí!...¿no lo sabías?, pues ahora estas al tanto. Ustedes ven el trabajo final que es una muñeca elegante, vestida muy sexy, con ese fino olor de su perfume, pero ¿sabes que hay detrás de todo esto?; COMPRAR medias, zapatos, tangas, baby dolls, brassieres, pelucas, maquillaje, perfume; en cada encuentro la chica travesti gasta SU maquillaje, SU perfume, se pueden llegar a romper SUS medias, el desgaste natural de SU ropa, lógicamente hay que sustituir (COMPRAR) todo lo que sea necesario para seguir presentable; TODO ESTO CUESTA no crean  que por nuestra linda cara nos regalan las cosas. Precisamente por eso me gusta la compañía de chicos que no son tacaños y que además comprenden esta situación a la perfección. Es por eso que valoro la compañía de alguien como Ernesto que no solo me pago el hotel, sino algo más.




Afinamos algunos de los detalles por teléfono, charlamos el sábado y le propuse un lunes pues regularmente, son los tres primeros días de la semana, así como los sábados (en ocasiones) cuando tengo más chance de llevar a cabo una cita, sin embargo por su trabajo no pudo, pero me dijo que el martes estaría libre de compromisos para verme, así que convenimos en que sería un día martes a las cuatro con treinta. No les daré detalles de la mecánica para concretar citas por seguridad mía y de mis futuros y anteriores amantes.

Ese sábado platicamos largo rato, y comentábamos que el fin de semana sería muy largo, ambos ansiábamos con todo nuestro ser que los días pasaran volando para conocernos, platicar y quizás intimar. Me propuso ir a un café para platicar, pero se me hizo más cómodo conversar en el hotel, además de que ya saben si las circunstancias se dan, ¡no hay que ir a otra parte! Paso el fin de semana como nosotros anhelábamos, ¡rápido!. Cada cita es totalmente nueva y le doy la prioridad que se merece, nunca descuido detalles, y quizás no me lo crean pero siempre que tengo una cita ya confirmada, también me dan nervios, y siento ese cosquilleo en el estómago, me gusta disfrutar el momento sin pensar en el ayer, ni en el futuro.

El lunes por la tarde le marque, y justo como el día en que le llame por  primera vez...¡Ernesto estaba nerviosísimo!, me dice: “mi nena, ya mañana te voy a tener entre mis brazos, por fin nos vamos a conocer”, si papacito –respondí-, ya mañana vamos hacer realidad todas nuestras fantasías. Le propuse tres colores de lencería para el encuentro: roja, negra y blanca. Escogió la última y su argumento de verdad me dejo sin palabras. Me gustaría que llevaras una lencería blanca mi vida, pues va a contrastar con el color de tu alma…¡blanca!...¡woow! ya no supe que decir…¡por supuesto mi amor!, llevaré la lencería que sea de tu agrado, todo para complacerte, porque mi mente, cuerpo y alma te pertenecen solo a ti.


Siempre que tengo una cita pendiente, regularmente no puedo dormir bien, quizás por la incertidumbre que me provoca el conocer a un “desconocido”, pero con Ernesto fue diferente, es la primera vez que me pasa, pues confié ciegamente en él y dormí en los brazos de Morfeo, sin ningún inconveniente.

En la mañana del martes desperté llena de energía, no me dolía nada, no tenía sueño, parecía que me habían recargado la pila de mucha buena vibra toda la noche; el día me pareció más hermoso que de costumbre, lo que si es que las horas se me hicieron muy largas, ya ansiaba conocer a ese señor tan esplendido, tan cordial, sencillo y discreto. No me aguante las ganas y le marque al medio día, no sé, pero sentía la necesidad de escuchar su voz, Platicamos relajadamente, y deje que mi silencio se encontrara con su voz. ¡Ya faltan solo unas horas para que nos conozcamos corazón, que emoción!  ¿estás nervioso?...-pregunte-;  algo mi nena, me siento como adolescente de colegio, esperando el momento para ver a mi novia, no sabes cuánto te deseo nena, ya quiero que sean las cuatro de la tarde –me dijo-, finalizamos la llamada y espere pacientemente a que transcurrieran las horas.


La hora…¡había llegado!, me compre un vestido rojo metálico para ese encuentro tan especial, pero no me gusto como se me veía, y opte por un vestido que tampoco había estrenado, era entallado pero un poquito más formal, creo que hice buena elección pues el atuendo le gusto. Tal y como se había mostrado en las fotos, ahí estaba él…un señor maduro, de complexión media, canoso, de barba ¡y muy varonil!. Lo recibí con un tierno beso en la mejilla, me tomo de las manos y me llevo hasta la habitación del hotel, y entramos. Llevaba unos lentes obscuros (al igual que yo) cosa que le da más misticismo a la situación, se los quito, se presentó y me dijo: “mi vida me da muchísimo gusto conocerte, estás hermosa, eres un sueño bello, un sueño que espero que perdure por mucho tiempo”. Gracias corazón…gracias por tus palabras pero sobre todo gracias por existir. Lo tome de las manos y no me lo van a creer…¡estaba temblando!, me daba la impresión de ser una “come hombres” y de tener a mi” victima” frente a mí.

Tranquilízate corazón, no tengas miedo, confía en mí…lo tome entre mis brazos, le di un cálido abrazo  y pude sentir sus palpitaciones, su corazón exaltado, tal vez de los nervios pero también de la emoción. Le di un beso en la boca, y eso lo tranquilizo. Nos sentamos en la cama y platicamos, me abrazó y constantemente me decía “esto me parece un sueño muy hermoso”.

Antes de que se me olvide –me dijo- …saco de entre sus ropas un estuche de color negro, y lo puso entre mis manos. Se me olvidaba platicarles, Ernesto es fanático de Taxco (la Ciudad de la Plata), sus vacaciones y días de descanso le gusta disfrutarlos en tierra Guerrerense. Les comento esto porque lo que me regalo tiene que ver con ese lugar. Como niña pequeña estaba ansiosa de ver que es lo que aguardaba esa cajita negra de terciopelo… la abrí y ¡sorpresa!, una pulsera preciosa de plata, les dejo fotos de ese presente y aprovechó también para presumirles ese detallazo que atesoro con mucho cariño de este señor tan lindo.

De la emoción no me podía colocar en la muñeca la pulsera, y Ernesto acudió en mi rescate, me ayudo a ponérmela; “se te ve muy padre nena”” –me dijo-; muchísimas gracias por el detalle corazón, ahora soy yo la que piensa que todo esto es un sueño hermoso. No me gusta pedir dinero en mis encuentros ni mucho menos regalos, porque ese no es el fin de todo esto, pero reconozco que habla muy bien ese tipo de detallitos, eso demuestra que ese hombre de verdad vale la pena, y que me ve como una persona, no como un “envase desechable”.
Seguimos platicando, nos abrazamos, acariciamos…para ese momento la ternura de Ernesto se estaba convirtiendo en pasión. Nena tú me gustas mucho, ¡demasiado!, y no quiero que me mal interpretes pero… ¡deseo hacerte mía!, ya quiero sentir tu suave piel, olerla, besarla, acariciarla… te voy a recorrer todos los rincones de tu cuerpo con besos y caricias.

Me sentí en las nubes cuando me lo propuso; y antes de responderme me volvió a decir: “si no te sientes preparada sabré respetar tu decisión”. ¿Pero como no lo iba a estar?, ¡claro! que estaba más que preparada, ya anhelaba sus besos, su cuerpo caliente a mi lado, ansiaba fundirme en su deseo,

Voltee la cara hacia él y le dije: estoy preparada para ser tuya mi amor, para entregarme a ti, por supuesto, ¡no lo dudes ni un segundo!…quiero hacer el amor contigo. La manera en que me fue llevando poco a poco, y precisamente por eso digo que “hicimos el amor”. Su frágil ternura combinada con su explosiva pasión me hicieron caer rendida a sus pies, me empezó a besar la boca, su lengua juguetona me manifestaba su emoción, pero sobretodo lo excitado de su ser, es de los besos más ricos que he han dado. Su boca no tenían límites y como bien me lo dijo, empezó a recorrer mi cuello (me encanta)… cada beso, cada caricia, me dejaban al borde del amor, de verdad que rica lengua y que manos tan cálidas.
La tarde era completamente nuestra y el mundo estaba postrado a nuestros pies, mi vestido resbalaba por mi cuerpo hasta caer en la alfombra del hotel, sus besos continuaban sellando mi piel, y sus manos desesperadas me desnudaban poco a poco. Me fue despojando de mis medias, con besos candentes y traviesos recorría mi ser, me tomo de la cintura y me quito mi tanga.

Mientras me besaba y acariciaba me decía cosas muy tiernas, su mirada me llenaba de luz, éramos fuego y pasión destilando amor. Para ese momento ya no era dueña de mi voluntad, me deje guiar por mi maestro sexual, definitivamente  me fulmino la razón. Esa deliciosa lengua llego justo al punto que deseaba: mi ano. Comenzó a recorrer lentamente mi cavidad, y con ligeros pero certeros lengüetazos me empezó a dilatar deliciosamente.

Tiene muy poco tiempo que deje de tomar hormonas porque me estaban afectando la salud, y precisamente por el consumo de estas mi cuerpo está feminizado. También, afecto mi pene pues, no me resulta fácil conseguir una erección ¿para que si soy pasiva?. Cuando me transformo en una nena, ¡me la creo de todo a todo!, no es vestirse y “actuar”, es una convicción. No se lo dije pero me incomodo que chupara mi pene, de hecho empezó y aunque no se lo dije percibió que no me agradaba, y eso tal vez eso le molesto. Le dije perdón pero creo que fui muy clara con mi postura corazón, soy pasiva…inténtalo ¡te va a gustar! –me dijo-.

Precisamente cuando digo que algo no me gusta ¡es porque ya lo intente!, la feminidad que cultivo desde hace más de quince años, no puede ser cambiada en unos cuantos minutos.

Dejamos esa escena atrás y lo acosté, su miembro ya estaba erecto. Tal vez por la edad no logro una erección tan firme, o quizás yo tuve la culpa al interrumpirlo cuando me hacia la felación…no sé. Se desnudó por completo, tenía un cuerpo muy velludo, (¡me encantan los hombres velludos!). Acaricie su pecho con mis uñas, baje lentamente hasta llegar a su pene, lo introduje en mi boca, mi lengua estaba lista para jugar con “su amigo” y empecé a succionarlo despacio, mis uñas pasaban por sus huevos, escuchaba su gemidos, ¡oh que rico mami, pensé que no te ibas a animar, sigue mami sigue” –exclamó-. Poco falto para que el colchón se empezará a incendiar, mi loba en celo salió y devoro su miembro con desesperación. Me hice el cabello a un lado para que no me estorbara, me tomo de la cabeza y me introducía su pene con fuerza, “que rico mami, eres una excelente mamadora”.

Ambos, estábamos listos para darle paso al platillo fuerte: el sexo; los condimentos estaban agregados. Se puso de pie, nos miramos con pasión, con el fuego que hay entre dos amantes que se disponen a consumar su amor. Su seducción me atrapo, estaba sedienta de su ser…¡quiero ser tuya ya! –le dije con desesperación- saque un condón de mi bolso de mano  y le dije ¡estoy lista!. Coloco el preservativo en su pene, aplique un poco de lubricante en su miembro y otro poco más en mi ano. ¿Cómo empezamos ricura? –me pregunto-, ¿te parece si lo hacemos de perrito?, --le dije- ¡claro que si mi vida! –respondió-. Me incline a la orilla de la cama, él se colocó detrás de mí y empezó a rosar su pene contra la entrada de mi cavidad anal, para provocar aún más mi deseo. Una fuerte embestida me tomo por sorpresa, empecé a recibir ese pene erecto en mis cálidas entrañas, aunque fue una embestida fuerte, empezó a penetrarme despacio ¡sí que sabía cómo empezar!.

Poco a poco la cabalgata fue tomando ritmo, coloco sus manos en mis hombros, y se metió hasta el fondo de mí ser. Sentí el calor de su piel, mi cuerpo se cimbraba, “así papito, así…ahh que rico”; -exclame de placer- ¿te gusta mi vida? –me preguntó-; ¡me encanta papacito, sigue por favor no pares sigue así, así papi ahh!. Incítame, dime quedito que me quieres –me dijo-…estás en mí como la sangre de mi ser, ¡soy tuya mi amor, tuya! –le dije-.

Como ya les mencioné en otros relatos, mi ano es estrecho, pero para darle un “plus” extra a la relación sexual, continuamente, aprieto mis paredes anales para mayor satisfacción de ambos, y con Ernesto no hice la excepción. ¡Mi amor que rica estás, que hoyito tan rico, cálido y apretado tienes!. Cada “apretón” lo alentaba para que me penetrara más rápido. El sudor de su ser quedo abrazado en mi silueta, la cita quedo sellada con nuestros cuerpos. Extasiado, no pudo más y un breve “ahhh mami que rico” me indicaba que Ernesto se estaba viniendo muy rico dentro de mí. Efectivamente, en cuanto retiré el condón me pude dar cuenta que reventaba de leche.

Aún con un hilo de aliento, nos tiramos en la cama y terminamos besándonos. Esa fusión de nuestros cuerpos dejo muy cansado a mi papacito, (como le gustaba que le dijera), ¡abrázame mami y dime cosas románticas, cositas que solo tú sabes decir! –me dijo-. Lo tome entre mis brazos y le empecé a recitar cosas que me nacían del alma. Estuvimos largo rato en la cama, desnudos, abrazados contando nuestros sueños, y planes. Tomo su celular y me compartió momentos familiares, fotos de sus hijos, y de un sobrino el cual quiere mucho. Quedamos en escaparnos un fin de semana a Taxco Guerrero, solo él y yo, me dijo que estaba convencido de que yo era la persona que quería a su lado, quedamos muy formales de hacer ese sueño realidad.


Al día siguiente me escribió un mensajito (un mensajito debajo de mi puerta, así me lo decía) muy padre por facebook se los respondí y le dije que yo también estaba encantada de haberlo conocido, que le volví a reiterar que esa tarde fue ¡nuestra tarde de suerte!

Platicamos como cada mañana, pero a mitad de semana, me aviso que por motivos de trabajo se iba a ausentar unos días de facebook, que la zona a donde lo comisionaban, no había buena recepción de señal, pero que cuando pudiera me marcaría o bien me escribiría un mensaje. Por motivos que aún desconozco, deje de saber de él, los primeros días se me hizo muy normal,  pues como me había avisado, no note nada anormal, pero pasaron los días, las semanas, un mes.

Le seguí escribiendo a pesar de que no contestaba, hasta hace unos días en que le dije “si solo querías un acostón, me lo hubieras dicho, no tengo problema con eso, igual si ya no quieres verme más, adelante lo respeto, pero tu silencio no me dice nada, no pienses que te voy a rogar, este es mi último mensaje”.

Regularmente cuando lees el mensaje aparece una “palomita” en el “feis”, pasaron muchos días y apenas hace una semana vi que Ernesto leyó mi mensaje, pero no respondió nada, no sé qué pensar. No me siento mal pues a todo te acostumbras, no le deseo nada malo, por el contrario espero que seas muy feliz y que encuentres a esa personita que complemente tu vida, gracias por esa maravillosa tarde, gracias por tu compañía, gracias por esa pulserita que atesoro con mucho cariño y que me recuerda esos momentos hermosos que compartimos, Ernesto Dios te bendiga cuídate mucho, gracias a ti recupere la confianza en facebook.