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sábado, 24 de septiembre de 2016

Una niña llamada: Samara Arlenne



¡Hola de nuevos chicos! Me da muchísimo gusto saludarlos, espero que se encuentren muy bien, y pues lo prometido es deuda, este es el primer vídeo ya con mi voz, sin edición, sin filtros, tal cual es, compartiéndoles un poco de lo que es esta niña hermosa llamada Samara Arlenne. Aprovecho para enviarle saludos a Charly Peralta que por cierto ya no me ha escrito, pero en especial para ti que estás viendo mi blog, espero que este vídeo sea de tu total agrado, y que si te gusta comentes, sugieras, propongas, igual acepto invitaciones al cine, no se crean pero si espero que me escriban para saber como recibieron este primer vídeo con  mi voz. Ya próximamente les estaré dando la dirección de mi nuevo Facebook, para que me sigan o bien platiquemos un ratito y quizás podamos agendar algo rico, bueno chicos me despido que tengan ¡ricos orgasmos! bye.


viernes, 23 de septiembre de 2016

EL REENCUENTRO (Chapter 2)




EL REENCUENTRO (Chapter 2)

El sudor resbalaba por nuestros cuerpos, mis gemidos alentaban a mi nene a penetrarme con mayor premura. Como poseídos por el sexo, estábamos cogiendo sin parar, no pude guardar en mi cuerpo el deseo, ¡y le entregue hasta el alma! Me mojaba los labios con los suyos que sabían a miel, cediendo ante el deseo, solo de vez en vez volteábamos al espejo para contemplar ese delicioso encuentro tan pasional, tan lleno de calidez, devorándonos el uno al otro, una escena digna de ser exhibida en una película para adultos. Mis contracciones anales hacían que su verga se hinchara hasta el límite, tenía la intención de no dejarle una gota de leche, mi nene se dio cuenta de mi juego y comenzó a empujar con más fuerza, sus gemidos me derretían, sus caricias me hacían perder la razón, y su pene…¡oh Dios su delicioso pene que embona perfectamente con mi estrecho culo! Es como si tuviera la medida exacta, quizás por eso la adicción desmedida que mi cuerpo siente por él…en verdad que me hacen falta adjetivos para describir está sensación tan exquisita, placentera y única.


No solo tenemos sexo, es un lenguaje corporal al que nos hemos acoplado perfectamente desde la primera cita, como si ya conociéramos de muchos años o adivináramos lo que el otro busca; no necesitamos decir nada, no hay palabras, solo gemidos y caricias que son el idioma de nuestra piel. Sin separarnos nos dirigimos hacia la cama que ya espera por nuestros cuerpos sudorosos y ávidos de sexo y pasión. Me encanta que me tenga ensartada, me prende muchísimo que me mire con esos ojos de lujuria, y me haga su mujer. 


Me toma de las piernas y las abre completamente; mi instinto es dejar que me someta y haga de mí, ¡lo que él quiera! me encanta ser su alumna sexual, suspiro y contemplo el rostro de Fernando todo empapado de sudor. Toma su pene erecto y lo coloca en la entra de mi ano, lo frota contra mis paredes, y empieza a estimularme deliciosamente, poco me falta para exigirle que me penetre…un gemido involuntario se escapa de mi boquita de cereza, ¡ahh!...aprieto mis manos y cierro mis ojos, mi cuerpo se entrega frenéticamente a este concierto de caricias, que culmina con una agradable estocada, profunda y sin piedad… es de verdad una sensación increíble, de las pocas cosas por las que vale la pena vivir. Me monta y me devora con mucha pasión, tomo su mano e inevitablemente la comienzo a apretar, no le digo nada pero, ese apretón de manos le indica que la cabalgata está siendo placentera. Me corresponde y también aprieta mi mano, eso me indica que mi colita está haciendo lo propio, por lo que contraigo con más premura mis paredes anales, que solo ceden… ¡cuando él me penetra!; esa sensación es inigualable, cada que su pene entra puedo percibir esa hinchazón, e igualmente sin decirme nada, sus ojos me agradecen con una mirada lasciva y retadora.


Casi a punto de descargar todo su amor sobre mí; Fernando hace una pequeña pausa a la apresurada cabalgata, manteniendo mis piernas sobre sus hombros, en segundos, se recupera y me taladra deliciosamente, comiéndose hasta el último rincón de mi ser. Fernando es como un lobo que tras cazar a su presa devora hasta el último rincón de ella, me encanta ser su platillo favorito y deleitar todos sus sentidos. Mi nene empieza a gemir deliciosamente, sus alaridos me motivan para mover en círculos mi colita, contraigo mis paredes anales para exprimir hasta la última gota de leche, mi colita se aferra y poco falta para que entre tanto apretón, se me quede el condón dentro de mí. Es una mezcla exquisita de caricias, sudor, palabras soeces susurrantes y sexo que dan como resultado un orgasmo mágico, que aunque dura unos cuantos segundos, es suficiente para calmar las ansias de nuestro agitado ser. 


Me gusta que Fernando me abrace después de terminar muy rico, me encanta escuchar su respiración agitada, y ver el sudor resbalando por su vigoroso cuerpo, contemplar su rostro y  sentirme su mujer. Tras varios minutos de haber consumado nuestro amor, Fernando se dirige al baño a limpiarse. Yo hago lo propio y me retoco un poco el maquillaje, es difícil conservar el glamour cuando el sudor…¡ese delicioso sudor! resbala por tus mejillas, como fiel huella del amor. 


Conversamos un rato más, él toma un poco de cerveza y yo agua. No sé lo que me pasa pero mi dependencia hacia él, va creciendo cada día un poco más. Como niña indefensa caigo entre sus brazos, me dejo mimar, consentir, a veces pienso que me tiene hechizada. Nos besamos apasionadamente, una vez más provocando al deseo. Nuestro amor es locura en todo contexto, una mezcla de furia, de amor y de sexo. Había soñado tanto este precioso momento, palmo a palmo, beso a beso….en el silencio de esa cama. Esos besos empiezan a  provocar el deseo que en nuestros cuerpos habita, sus varoniles manos me derriten completamente, las cenizas reavivan ese fuego que está a punto de consumir nuestra humanidad.


Fernando es un volcán de pasión contenida y hace erupción esa noche sobre mí cuerpo.  Nos besábamos como desesperados y nos tocábamos degeneradamente por todos lados. Habíamos apagado la televisión para disfrutar de ese concierto auditivo que nuestros gemidos nos brindaban. Me coloque en la postura de “perrito” para que mi nene me montara, sus manos acariciaban mi culo, y antes de embestirme me contempló empinada, ensalivaba su pene, y me asechaba, mi ano se abría y se cerraba, era una provocación directa, hasta que repentinamente y de una sola estocada, me clavo su miembro sin piedad. Sus manos se aferraban a mi cintura, y bruscamente me clavaba su sexo, sus huevos chocaban con mis nalgas, en ese duro compás  me la metía toda, pero cuando digo toda es ¡toda!, clavándose hasta el fondo de mi corazón,  hasta lo más profundo de mi ser, causándome un placer divino. Fernando sudaba y gemía mientras me ensartaba, apretándome contra su cuerpo con toda su fuerza, escuchando sus quejidos al poseer mi culo completamente.  Por mi parte empecé a moverme con cadencia, de una manera exquisita, con movimientos circulares, disfrutando y sintiendo cada centímetro de la verga de Fernando, de adelante hacia atrás, de lado a lado.  No podía ver su rostro ni él el mío, pero nuestros quejidos inundaron el cuarto.


Hicimos el amor  como dos animales en celo, Fernando llevaba tiempo sin coger y por lo que respecta a mí, llevaba cerca de dos meses sin actividad sexual, por lo que liberarnos de esa manera, nos llevó a botar esa noche todas las ganas acumuladas. Fernando nuevamente me embestía, yo seguía a cuatro patas, y aferrada a su cuerpo; mi nene invertía todas sus fuerzas, una y otra vez, haciendo chocar su robusto cuerpo contra esas grandes nalgas que amortiguaban sus embestidas. 


El tiempo pareció detenerse, nada nos importaba, solo sentir y entregar placer el uno al otro. Para que hablar del frio de la habitación, desapareció completamente pues a pesar de que ya era temporada invernal, y de que la ventana estaba entre abierta, nunca lo notamos. El tiempo pasaba y pasaba y ninguno de los dos tenía ganas de parar, descubriendo otra faceta de nuestra vida, con un viaje al pecado que ya no tenía vuelta. La resistencia de Fernando se vio flaqueada al tenerme en esa posición, yo gemía como loca, con su verga enterrada hasta el fondo de mi culo, luchaba por que esto no terminara, pero no fue posible. Con un prolongado ¡ahh que rico mami! y seguido de litros y litros de leche caliente que, inundaban y estuvieron a punto de reventar el condón; así entre susurros y jadeos; venciendo una vez más ese estoico y duro miembro, sacándole toda la  leche que en una hora o más de estar cogiendo se había acumulado.


 La noche aún era joven, por lo que caímos rendidos, exhaustos, transpirados. Nuestros cuerpos bañados en sudor, nuestras bocas secas, tratando de recuperar el aliento y asimilar lo que había pasado. Como siempre, ese encuentro fue pasional, ardiente, fogoso y verdaderamente alucinante. No sé si solo yo lo creo pero, considero que somos el uno para el otro en la cama. Me encanta su manera de coger, me enloquece, sin el afán de comparar, no he tenido un amante igual. Nos volvimos a besar de manera pasional, su lengua traviesa se inserta en mi boca, mientras la mía le corresponde y juguetean. Me fascina ese lapso en el que tomamos un pequeño descanso pues, los amantes dan paso a los amigos. Me encanta estar entre sus brazos disfrutando de sus charlas de fábula, toma su celular y me muestra algo de lo que hace en su tiempo libre, es verdaderamente interesante conocer un país distinto y las costumbres de este, aunque sea por este medio. Y es que mi nene se encuentra laborando en un país Sudamericano, y comparte conmigo esos detallitos que atesoro en mi corazón. No soy muy fanática del vino, pero después de ver esos interesantes vídeos y la elaboración de los mismos me han dado ganas de tomarme unas cuantas copas ¿alguien me invita?... 


Sus besos y caricias se quedan en mi cuerpo como tatuajes indelebles, revivir esos instantes a través de estas líneas hacen que mi cuerpo suspire y se estremezca, quisiera que hubiera un invento que detuviera el tiempo por unos instantes, son tan placenteras esa horas a su lado que no quisiera que terminarán ¡jamás!. Miramos un poco la televisión pero no encontramos nada que nos llame la atención, así que la dejamos encendida a bajo volumen y seguimos platicando, poniéndonos al corriente de las cosas que no podemos conversar ampliamente a través de “inbox”, me acaricia mi cuerpo, le acaricio su rostro, nos contemplamos acarameladamente como dos novios de secundaria, encantados, con la felicidad en su máxima expresión. Si la felicidad se pudiera transpirar estoy segura de que esa habitación quedaría completamente inundada. Regularmente hacemos el amor dos veces por cada cita, para algunos podrán decir que dos son muy pocas, otros más dirán que es regular, la verdad es que para mí no se trata de cantidad, si no de calidad, no solo es la penetración lo que hace a un encuentro placentero, es esa combinación justa de caricias, besos, cachonderia, erotismo que hacen realidad esa magia que se hace presente a través de nuestros cuerpos.


Me fascina convertirme en su amante, en su mujer, ¡en su puta! Lo confieso: me enamore de su verga, y de su forma en la que me coge, no lo puedo evitar. A veces quisiera no sentir ese deseo, pues cuando él no está, cuando se ausenta por varios meses, tengo que reprimir ese deseo que en ocasiones me hace un nudo en la garganta, no hay algo que reemplace su presencia, mucho menos su forma de amar. Un suspiro sale desde el fondo de mi alma, estoy resignada a que la cita está próxima a llegar a su fin, pero Fernando me tiene sorprendida. Se incorpora y me manifiesta su deseo por hacerme el amor una vez más, aunque no me garantiza nada, me tiene emocionada, yo estoy dispuesta a ayudarlo para que esto sea posible. 


Siento su pecho agitado y sus caricias rodear toda mi humanidad, me sumerjo en ese mar que es su piel. Recostados, me acaricia y mi piel se estremece despertando el instinto, no puedo contra eso, soy como una marioneta en sus manos dispuesta a satisfacer hasta el último capricho, bendita pasión es como ácido nítrico que anula la mente. No me lo dice, pero noto que mi nene está algo exhausto por la actividad vigorosa que consumamos, Así que para hacerle más fáciles las cosas, lo dejo recostado, y la hembra en celo que cohabita dentro de mí, sale para devorar al cazador. 


Ahora será mi turno para demostrarle que tanto he aprendido de él, de mi maestro sexual, las clases están a punto de rendir frutos. Cada orificio de mi cuerpo está siempre ahí disponible para el miembro de mi nene, ya sea mi boca o culo…la verdad es que quisiera que pudiera penetrarme todos y cada uno de mis poros, pero me conformo con que me llene el culo y boca con su grueso y delicioso miembro. Me puede pedir el imposible más vencido, o un milagro y en un santiamén por el poder del amor voy y lo hago.
Me puse de rodillas, dirigí mi vista a su rostro, le sonreí provocativamente, acto seguido  agaché la cabeza y para hacerle una deliciosa felación. Primero lo hice en la parte de abajo, junto al escroto. Con mucha suavidad lo recorría de abajo hacia arriba, deteniéndome placenteramente en el surco que separa el tronco del pene con su cabeza. Luego me concentré sólo en la cabeza, provocándole una hinchazón ¡deliciosa!, lamiéndola y succionándola con mis labios. La sensación era irresistible y de verdad me gusta chupar y ensalivar una buena verga.


Fernando solamente atinó a acariciar mi cabello, me lo hacía a un lado para que mi carita estuviera libre de comerme todo su miembro, de un solo bocado, y me  concentre en hacerlo disfrutar. Me concentré en sus huevos, comencé con caricias atrevidas, le pasaba mis uñas delicadamente lo que provocaba unos gemidos deliciosos, mientras con la otra mano lo masturbaba con firmeza apretando su exquisita verga.


Cuando sentí que su pene estaba lo suficientemente erguido, le sugerí que intentáramos esa tercera relación, proporcionarle esa felación hizo que mi coita se volviera a humedecer y calentar. Para que no tuviera que hacer esfuerzo hicimos la “vaquera invertida”. Coloque un preservativo en su delicioso miembro, que ya para entonces estaba duro, bastante grande. Mientras me deleitaba con ese pedazo de falo, él colocaba un poco de lubricante en su pene, la verdad es que yo no necesitaba lubricante pues mi colita ya estaba lo suficientemente mojada. Me coloque de espaldas, insertando poco a poco, y sintiendo cada centímetro de ese falo, su miembro salía y entraba con gran facilidad, sus manos tocaba mi espalda baja, la sensación tan exquisita provocó que mis pequeños pechos se endurecieran, estaban como pequeñas rocas. Empecé con una cabalgata que tenía un ritmo y cadencia normal, las sentadillas que hago en mis ejercicios me fueron de gran ayuda para no cansarme, pues él estaba acostado, pero yo al filo de la cama, con los pies en el piso, me quite las zapatillas que me para esa posición me resultaban un poco incomodas.


Puedo percibir como palpita anhelante su virilidad dentro de mis entrañas, con mis manos separo mis nalgas para que pueda entrar hasta el último repliegue, cierro los ojos y saboreo lenta y deliciosamente. Me sumerjo en ese estallido de sensaciones exquisitas que recorren mi culo en cada montada. Me hago un poco de lado para que mi nene pueda ver la escena tan candente que está frente a nosotros, justo en el espejo de esa habitación; con dificultad levanta su rostro y me dice: “se ve delicioso nena” al momento que dejo caer todo mi peso, clavándome todo su miembro. 


Con movimientos circulares y contrayendo mis paredes anales empiezo a coger a Fernando de una manera exquisita, percibo esos espasmos, no sé pero en esa postura mi culo se ve más redondo, me gusta ver como desaparece su pene en mis entrañas. La sensación es de verdad exquisita, mi húmeda cavidad está a punto de explotar. Mis profundidades húmedas y cálidas lo reciben completo, lo abrazan y envuelven con desenvoltura. 


Hay cosas que sólo pueden decirse con palabras, las demás ha de pronunciarse con el cuerpo, y definitivamente así es, cuando estoy con él me encanta expresarle con cada rincón de mi cuerpo, lo bien que la paso a su lado. Debo confesarles que mientras me montaba de vaquera inversa, aproveche para masturbarme…voltee para ver a Fernando pero tenía los ojos cerrados, su rostro y su pechos sudados, sus manos se aferraban a la sábana de aquella cama que era un verdadero templo del placer. Besos inéditos, palabras nunca antes dichas, susurros no ensayados y caricias dotadas de una nueva fuerza y calidez, sexo pasional y desmedido, convivencia fraternal, es justamente lo que encuentro en Fernando, quizás por eso me cautiva, y muy probablemente a eso se deba el enculamiento que siento y que no me deja vivir sin él.


Es intensamente placentero sentir esa combinación de sensaciones, ese falo hasta el fondo de mi humanidad, mientras me masturbo deliciosamente, es de los placeres más deliciosos que me ha regalado la vida. Imprimo más velocidad a la cabalgata, estoy a punto de venirme, quiero controlar esa sensación, pero estoy tan excitada que sin notarlo, chorros y chorros de leche salpican y caen al piso de la habitación, experimento un clímax extremadamente agradable, he llegado al orgasmo, mis gemidos me delatan…suben de tono, aquellos gemidos que parecían un susurro se convierten en gritos de placer, que ineludiblemente emanan desde el fondo de mi ser. Fernando no lo nota, sigue gozando de mi colita que para ese momento ya es un horno, le encanta como me deslizo, el aún no termina así que me encargo de llevarlo también al paraíso.


La cabalgata se estaba prolongando más tiempo del debido, cosa que no me disgustaba, por el contrario; aunque para serles sincera, mis piernas ya comenzaban a sentir los estragos y comenzaban a flaquear, cada subida y bajada me restaba fuerza en las piernas, mis muslos empezaban a temblar, pero no estaba dispuesta a rendirme. Lo sé quizás hice trampa pero no quería dejar a Fernando sin disfrutar de ese maravilloso clímax del placer, así que  aposté mi resto y comencé a subir y bajar más rápidamente, no se dé donde saque fuerzas pero, estaba dando resultados, lo volví a combinar con esos movimientos circulares y cadenciosos, también comprimí mis paredes anales a tal grado de sentir que su pene se atoraba en mi culo, el momento preciso estaba a punto de llegar. De pronto empiezo a escuchar su respiración más agitada, y sus alaridos más pronunciados, me toma de la cintura y casi brincando le dejo caer todo mi peso, solo escucho como mis nalgas rebotan en sus peludos huevos….un fuerte ¡ahh!..¡que rico! delicioso nena; que me indica que mi nene se está viniendo placenteramente, para tomar un pequeño descanso me quedo así, solo aprieto mi colita para sacarle hasta la última gota de leche. Mi espalda cae en su pecho, me abraza, me manosea como loco, busca mi boca y la besa. Aprieta mis pequeños pechos, y nos quedamos un momento en esa postura…siento su pecho agitado y su corazón palpitante, la hinchazón de su pene está cediendo, puedo sentir que mi esfínter ya no está tan presionado.


Fernando se sale de mí y puedo percibir que el condón se me ha quedado dentro, con mucha leche, tanta que parecía la primera relación, me daba gusto que mi nene hubiera guardado toda su fuerza y vigorosidad para mí. Con los dedos saco el condón de mi colita, tenía ganas de voltearlo y chupar toda la leche, o meterlo al revés y sentir como hervía dentro de mí ser, pero me contengo y lo tiro en el cesto de basura.
Ya no tengo noción del tiempo ignoró que hora es, estoy cansada, exhausta, pero satisfecha, miro el rostro de Fernando e igual que yo está exhausto pero muy a gusto. La idea era quedarnos esa noche completita pero él estaba por salir a tierras Sudamericanas para seguir con el largo proyecto que tiene encomendado en su empleo. 


Nos despedimos con un cálido beso, prometiendo otra noche de locura, sexo y pasión desenfrenados, ya solo espero a que mi nene regrese a tierra azteca para hacer nuestros sueños y deseos más profundos ¡realidad!, que tengas ricos orgasmos, hasta el siguiente post.


PD: Discúlpenme que está vez no hubo fotos pero cuando nos vimos fue un encontronazo, y pues le dimos prioridad a la cita, prometo que se los recompensaré, besos!!

jueves, 8 de septiembre de 2016

Teaser


¡Hola que tal chicos!, me da mucho gusto volver a saludarlos, espero que se encuentren muy bien. Un saludo especial y un beso muy cálido para mi seguidor y admirador número UNO, Charly Peralta ¡te amodoro!, leerte de verdad que es un placer indescriptible, te mando muchos besos y abrazos y ¡todo mi amor!. Pasando a otro tema y gracias a sus constantes mensajitos donde me solicitaban un vídeo con mi voz, está vez me anime y los quise complacer en atención a todos esos comentarios tan ricos que me dejan…¡caliente!.


No lo había hecho con antelación, pues es un poco difícil cuando estoy editando el vídeo, además de que no contaba con una cámara que se adecuara a las características técnicas y físicas, pero afortunadamente eso ya quedo solucionado. Este vídeo lo tome en mi semana de asueto, publique un anunció en Facebook (en mi perfil temporal) para ver si alguien gustaba una cita con una servidora, pero de cien propuestas al final solo quedaron dos y de esas dos no se concretó nada.


El primero solo era un curioso, de esos señores que aunque cincuentones todavía no aterrizan y se divierten con el onanismo mental, y con charlas calientes a través del denominado “inbox”. Desafortunadamente a mí no me llama la atención el tener esas pláticas (cuando quiero una cita REAL), no las descarto del todo pues de hecho se ha dado el caso de hacer una web-cam en vivo e interactuar muy rico con todos ustedes, pero cuando quiero una cita de verdad que eso no me interesa. Otro más un “principiante” que buscaba su primera cita (aparentemente), y aunque intercambiamos varias charlas y hasta números de celular, finalmente mi sexto sentido me advirtió que esa cita no llegaría a buen puerto y decidí hacer caso a la advertencia, pues por no hacer caso, en una ocasión la cita se complicó y no resulto agradable, de hecho ni siquiera hubo una penetración, nada de placer por el contrario solo aversión. Precisamente por eso es que no me llama la atención intentar o ser la maestra de chicos “principiantes”, estoy muy acostumbrada a ser la alumna, la aprendiz sexual, y de repente encontrarte con chicos indecisos, hace que me desespere un poquito pues mientras yo sé a lo que voy, ellos van a experimentar nuevas sensaciones, y como puede que les guste puede que no, y mi etapa de “pruebas” ya la concluí, ya sé que me gusta, que no me gusta, y como lo reitero sé lo que quiero y a lo que voy, así que no me lo tomen a mal chicos, si no me llamaba la atención una cita con un principiante, con estos hechos que se suscitaron ahora menos que nunca, me interesa.


Como no había ninguna cita en puerta y tras varios días, ¡casi meses de no poder sacar a esta chica hermosa llamada “Samara Arlenne”! me decidí a consentirla, a pesar de que no hubiera compañía. Me instalé en el hotelito de siempre, desde la mañana. Salí de mi casa muy temprano y para no levantar sospechas me fui como si fuera al trabajo, lo que no les comente es que estaba de vacaciones…no quise quedarme en casa a seguir con la rutina, decidí a provechar para “desempolvar” a Samara. Me lleve un atuendo que constaba de una falda de lápiz, blusa morada y suéter de encaje negro y una rica lencería negra, baby doll de ligueros, medias decoradas, y una deliciosa tanguita que se me metía entre mis nalgas, como cerecita del pastel unos ricos zapatos de tacón alto con la suela dorada. No había podido estrenar esos zapatos, y como en un inicio se suponía que la cita era un hecho concreto, me las lleve para presumírselas a mi amante en turno, pero pues resulta que no hubo citas, en fin no me quita el sueño pues ya habrá muchas más, y sobre todo con gente que sepa lo que quiere, no maduros con mentalidades de pubertos “chaqueteros” o indecisos “calienta huevos”.


Llegue a la habitación, me apresuré a guardar a ese niño que vi reflejado en el espejo  y ¡pum!....como por arte de magia aparecía ¡Arlenne!. Me despabilé a tomar el maquillaje para cubrir su delicado rostro, lápiz labial, rubor y máscara para pestañas…la verdad fue muy difícil no masturbarme al ver semejante figura en el espejo. Y eso que no soy una experta en maquillaje, de lo contrario mi rostro se vería todavía más definido. No sé cuántas veces lo hice…me canse de masturbarme, claro para esa ocasión y previniendo a que fuera a estar sola me lleve un dildo que también no había tenido la oportunidad de estrenar.


La verdad es que aunque solitariamente, disfrute mucho de esos momentos reencontrándome conmigo misma, consintiéndome, disfrutándome….me quede un rato viendo la tele así vestida, justo como me gustaría estar todo el día. Teniendo toda la mañana y parte de la tarde disponibles no había prisa, aquí lo único que me fallo fue la pila de la cámara, pues está se terminó antes de concluir con  las grabaciones que tenía en mente, pero bueno…me conforme con lo poco que alcance a grabar y justamente de ese día en que me reencontré  conmigo misma me nació la idea de compartir un vídeo diferente, pero combinado con las sugerencias que me han hecho llegar a últimas fechas.


Y este es el “teaser” de lo que serán los próximos dos vídeos que compartiré en EXCLUSIVA por este blog, que como lo he dicho siempre, ya no solo es solo mi blog, es el blog de todos ustedes, sin sus comentarios, piropos, sugerencias, críticas constructivas…definitivamente esto no tendría razón de ser. Estén pendientes porque en estos días les estaré compartiendo el primer vídeo con la voz original de está servidora, tal cual sin filtros, espero que les agrade, no olviden que pueden hacer comentarios con su cuenta de google (YouTube), así que los espero y ojalá que les agrade el contenido, muchas gracias y que tengan ¡ricos orgasmos!.


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