La metamorfosis que da cabida a Samara Arlenne, no solo consiste
en emular la apariencia de una mujer, sus gestos, comportamiento y quizás hasta
sus caprichos; radica en la experiencia única y placentera de sentirse mujer; es innegable mi felicidad, pues soy
yo quien eligió este controvertido y difícil camino que no muchos comprenden. Luego,
está ese delicioso entendimiento que tengo con el cuerpo de mi pareja, por
haber vivido la sensibilidad masculina en algún punto. Aun cuando eventualmente
la mujer acaba por imponerse, el conocer los puntos erógenos de mi hombre, sus
sensaciones y debilidades, hacen de ello un encuentro frenético. Esa profunda
conciencia que me invade cada vez que Samara aparece, me traslada a mundos
fantásticos que solo ella puede hacer posible. Esa premisa me lleva a la tierra
del placer desenfrenado, a mojarme los labios con otros que saben a miel, a
caer y ceder ante el deseo. Es una sensación extremadamente agradable, me
atrevería a decir que casi una necesidad. Algo así como si la lluvia cayera sin
presagio cuando hay sol, una realidad que atenaza y vulnera mis sentidos. Ese
placer que aunque breve, parece infinito cada que emerge, como brisa que calma,
pero que me vuelve prisionera de él. Después de un encuentro extenuante y
placentero, ¿qué más se puede pedir? si el ritmo y la emoción del momento quedan
dentro de ti…después de perderme en su aroma, de fundirme en su cuerpo, y en
sus labios que se acercan susurrando palabras que llegan a este pobre corazón,
voy sintiendo ese fuego en mi interior…vuelvo a mirar el mundo a mi favor, ¡vuelvo
a ver la luz brillar del sol!
En cada encuentro me propongo enamorarte el alma, volver loca tu calma,
ser tu luz, y tu ocaso, ¡llevarte hasta la luna y perder la cordura!, refugiarme
en tu pecho, ser tu amante hasta el cansancio. Mi deseo no es un capricho, es
una necesidad que emana de mi alma, y se manifiesta a través de todos mis sentidos,
ese respirar agitado no es casualidad, es el cálido aliento de Arlenne que está
lista para ser tuya. Nada que hablar…las caricias y los besos son nuestro
lenguaje, mis gemidos terminan con ese silencio de la habitación, siento palpitar
tu corazón…una lluvia de caricias nos humedece el cuerpo, acaricio tu cuerpo
con mis manos, dejemos que la fantasía llegue al pensamiento, quiero libar cada
parte de ti hasta entregarnos, ¡ahora puedo sentirte dentro de mí como la sangre de mi ser!…el
éxtasis está próximo.
Entre sábanas blancas tu cuerpo y el mío son como un
volcán, nadie puede atraparme así, entregarse a mi fuego en plena erupción… ¡bésame
te ruego!, no quiero olvidar esos labios que humedecen mi cuerpo, que arde de pasión
por tenerte, siento el calor de tu piel, somos fuego que arde de pasión y un
amor prohibido tu y yo, mi cuerpo se llena de temblor si escucho un te quiero de
tu voz. Y en un umbral lleno de pasión, su corazón y mi corazón están unidos por
la ilusión que provoca nuestra locura de amor…siento desmayarme cuando estoy
con él derrochando tanto amor, que le de mi vida entera en una sola entrega…¡me
lo exige el corazón! Fueron pasando las horas, hicimos del amor una loquera, toda
esa esencia de su cuerpo, baño mi piel… ¿Habrá otra cita?.. ¡no sé!; no sé cuándo
mi metamorfosis, ¡vuelva a estar completa!, todo depende de ti.
Les dejo una frase para meditar:
La combinación de energía e inteligencia, es como el equilibrio entre la
emoción y la razón. Hasta el siguiente post, que tengan ricos orgasmos,
besos!!!