Vistas a la página totales

martes, 29 de septiembre de 2015

19 de Septiembre



El diecinueve de Septiembre es una fecha trágica para muchos capitalinos, pues hace treinta años, ocurrió un suceso inesperado de la naturaleza que devasto e hizo sucumbir a la “Ciudad de los Palacios”; si… me refiero al  terremoto de 1985.

Sin lugar a dudas una fecha amarga, de recuerdos tristes y cicatrices que no terminan de sanar. Esta fecha viene a colación pues a partir de este año (dos mil quince), para mí también será un día para recordar. El 19 de septiembre, estará en mi mente y a Dios gracias no por estos hechos lamentables, al contrario…treinta años después de esta tragedia, a mí la vida me regalaba un momento mágico, ¡placentero!, esa mañana le abrí mi corazón y él…¡entro en mi ser!; permití que la pasión se apoderara de mis sentidos, disfrutando de cada uno de esos minutos que se nos escurrían de las manos, saboree con TODOS mis sentidos… aun transpiro el placer acumulado ¡de aquella mañana inolvidable!

Llevaba semanas, ¡si no es que meses! buscando arduamente y con ahínco, a esa personita que reviviera mis anhelos e hiciera realidad mis fantasías. La adrenalina recorriendo mis venas, y esas mariposas revoloteando por todo mi estómago, más que un deseo, es algo que mi cuerpo necesita y exige, como una medicina para seguir adelante.

Cuando conocí a Ernesto, creí que sería una relación duradera basándome en nuestro primer encuentro, pues además de frenético ¡también fue romántico! Platicamos, y muy emocionados planeábamos ser el complemento uno del otro,  ¡ver un amanecer en Taxco Guerrero, sería nuestra prioridad! Desgraciadamente ese boceto que apenas hace unos minutos dibujábamos en nuestras mentes, se esfumaba al concluir la cita. Cuando Ernesto se marchó, el sol caía como si predijera un ocaso, se fue dejando un silencio que taladraba la razón.

Como bien saben, ese fue el primer y último encuentro con Ernesto (debut y despedida), desconozco hasta la fecha las causas por las que posteriormente me evito y anulo la comunicación. Ya no insistí, y no porque no me importará, al contario; es porque ya no había marcha atrás, volver en el tiempo para sentir nuevamente sus brazos… ¡imposible!, la realidad es que él ¡ya no quería saber más de mí!

Involuntariamente y muy a mi pesar tuve que reconocer que él ya no formaba, ni formaría parte de mi vida. Está aventura llegaba a su prematuro fin y con ella, la posibilidad de conocer nuevos horizontes. El tiempo, es el mejor aliado cuando se trata de sanar heridas, salir adelante a pesar de la adversidad, siempre ha sido mi estandarte. Hoy que reflexiono, me doy cuenta que lo difícil no es que se vaya esa persona, el verdadero reto es encontrar otra alma que te comprenda, ¡que te entienda y se identifique con tus anhelos, sueños y deseos!; pero que además sea madura y tenga los pies en la tierra.


Dicen que es difícil pero no imposible, y la verdad no me quejo… ¡la vida siempre ha conspirado a mi favor! Estaba muy optimista y gracias a la agradable experiencia que viví a lado de Ernesto, decidí creer de nueva cuenta en las citas por facebook. Desafortunadamente esa impresión duro pocos días, los mensajes que atiborraban mi bandeja de entrada cada vez me decepcionaban más, y más…ni en mis peores pesadillas me enredaría con una persona psicótica.
Desde el momento en que intentan o quieren controlarme, cambiar mi esencia y forma de ser, presionando o forzando “la cita” o bien cuando creen que por sus dos mensajitos me iré a la cama con ellos, chicos están completamente mal, se piensa antes de actuar. Como lo dije y lo reitero, no es difícil que yo acceda a compartir una tarde de sexo con alguno de ustedes; ¿qué me hace ser selectiva?, la actitud y forma de dirigirse hacia mi persona, NO sus creencias, NO su físico, ¡me decepciona la gente inmadura! En casos muy extremos la única opción que me dejan, es bloquearlos no solo de mi perfil, ¡también de mi vida!.

Como ya se habrán podido percatar, no tengo un compromiso sentimental que impida que mi libre albedrio, libere a Samara y le permita disfrutar de las mieles del placer. Sin embargo y creo que como la mayoría, tengo un compromiso laboral que me impide disponer de mi tiempo como yo quisiera. Eso es lo que termino por desilusionarme por enésima vez  de la gente facebook, que quisieran manipularme a deseo, citarme en días, horas y lugares donde claramente yo llevaba la mayor desventaja.

Tampoco me considero una “mojigata” recatada que se hace mucho del rogar para ir a la cama. Por el contrario; para quién ha tenido la fortuna de compartir sabanas con una servidora, han comprobado que no soy nada complicada, obviamente no le puedo dar entrada a todos los chicos, porque esto se volvería todo un caos, hasta los animales deciden con quién se van a aparear; aunado a la inseguridad que existe en estos días; paradójicamente soy de las pocas chicas travestis accesibles, con buen cuerpo, buena onda, desinhibida; y aunque joven, de mente muy madura con la que puedes compartir no solo un buen rato en la cama, ¡también puedo ser tu amiga, tu cómplice, tu amante!...en fin se puede dar una bonita amistad sin condiciones (además de reiterar que ¡no cobro ni un centavo por estar con ustedes!, todo lo hago por placer) y; para tener algo que contar en el blog…ahh no se crean ¡es broma!, es meramente y como diría el dicho “por amor al arte”.

Decepcionada de tanto chico inmaduro, de mensajes incoherentes y de citas obligadas, eche mano de mi último recurso:
Publicar por tercera ocasión mi anuncio en el que busco amante.

Elegí mis mejores fotos, y me describí tal cual soy, sin mentiras ni ponderaciones, lo publique y espere un par de horas para que mi anuncio fuera admitido. Se llevó más tiempo del que el sistema indicaba, y termine por inquietarme. Aburrida de esperar, esa tarde me olvide del anuncio, y revise mi correo para ver si en el perfil que tengo (en una página de citas), había algo nuevo, pero para mí mala suerte ¡nada!. Esa página que les comento, tiene funciones (opciones) con las que te puedes poner en contacto con la persona deseada, desde el clásico mensaje, hasta guiños y besos “virtuales”. Esa tarde mi correo estaba repleto de “besos y guiños” (virtuales). Tal vez quién me los envía considera o los percibe como “insinuaciones”, pero sinceramente para esta servidora ¡no representan nada! Creo que es mejor arriesgarse a escribir, apostar y jugártela….total que puede pasar….como decía un locutor de radio “el NO ya lo tienes… ¡ve por el SI!” pero nadie se atrevió.

Pasaban los días y todo iba de mal en peor, no solo por lo que les comento, repentinamente, nos llegó una mala racha que, inexorablemente termino complicándonos la vida. Fueron dos semanas largas y tediosas, se me enfermaron mi hermana y mi madre, si bien es cierto que no fue nada grave, finalmente representaron gastos extraordinarios; y para rematar… ¡se descompuso mi pantalla y mi computadora por un rayo que cayó en las inmediaciones de la casa! En fin… de las peores semanas de mi vida, tan caóticas que me parecieron interminables, le di gracias a Dios pues al final solo se afectaron las cosas materiales.

Mi escaparate momentáneo sería una posible cita, que me hiciera olvidar los problemas que me abrumaban, superar este laberinto de espejos que solo reflejaba incógnitas, pero esa mala racha trascendió hasta mi dualidad. El anuncio que había publicado apenas hace unas días para “promocionarme” (iba decir ofrecerme pero se escucha muy feo jaja), estaba desierta…mi perfil en la página de los “guiños” era solo eso…”guiños y besos” virtuales pero ¡ninguna propuesta!…para ese momento ya no consideraba a facebook como opción para una cita por lo que ya les mencione. Estaba triste… ¡más no deprimida!

Mis aflicciones fenecían y el irremediable paso del tiempo distaba… una tarde del veintisiete de agosto, revisando mis mensajes de facebook como cotidianamente lo hago en punto de la una de la tarde, hubo uno que atajo mi total atención. ¡Claro!...no soy adivina ni muchos menos bruja, pero en la forma de escribir y dirigirse a mi persona, percibo las verdaderas intenciones de la personita que está detrás de la pantalla.

Ya estaba por resignarme a no tener otra cita por facebook, más no descartaba del todo la opción, pues afortunadamente esta vida es de matices, ¡no toda la gente es igual! Permití que el destino, me llevara una vez más de la mano y ese veintisiete de agosto iniciaba está historia. Eran las trece con cinco minutos. Llego hasta mi “in box” un mensaje que estaba por cambiarme la vida. Era un “hola” pero no ese simple “hola” que se dispara como bala pretendiendo dar en el blanco, era un “hola” diferente, cordial…me atrevería a decir que hasta “coqueto”. Justamente eso fue lo que me “engancho” y el resultado fueron horas de pláticas amenas y afables.

Estaba tan concentrada y entretenida en el chat con el chico que acaba de conocer, que la hora de la que dispongo para ponerme en contacto con ustedes ¡se me fue como vapor en el aire!. Casi instantáneamente me propuso una cita, pero el tiempo se había terminado, llegaban las dos de la tarde y tuve que despedirme avisándole que nos leeríamos hasta el siguiente día a la misma hora.

Los días subsecuentes no tuvimos la suerte de coincidir, yo sé que hay prioridades y el trabajo es una de las más importantes. Pacientemente esperamos, hasta que nuestros tiempos dieron pauta y espacio a una plática más completa. En esa conversación nos dimos cuenta de muchas cosas que tenemos en común.
Sus halagos fueron como provocativos susurros en el oído…¿a qué mujer no le gusta que le acaricien el ego de vez en cuando?...¡a todas! no me digan que no; es como a la pequeña flor, que hay que regarla, ponerla al sol, decirle cosas bonitas para que muestre todo su fulgor, y Fer hizo lo propio con una servidora.

Creo que supuso que mi trabajo era una prioridad inamovible, y mi respuesta ¡lo sorprendió! “Hay que ayudar a que el cuerpo segregue endorfinas” (me dijo) ¡por supuesto! (le conteste) la vida debe ser un punto de equilibrio, no todo puede ser trabajo y responsabilidades; tampoco puro placer y fiesta, los extremos nunca son buenos, se deben saber combinar estas dos situaciones para que la vida marche en correcto orden, pero sobre todo ¡para poder disfrutarla!, recuerden que ¡vida solo hay una!

Las charlas transcurrían y con ellas, tantas similitudes entre nosotros, la afinidad las coincidencias, las fantasías, pero lo mejor: Fernando no supone… ¡pregunta!. A eso se le sumo la espontaneidad y naturalidad de ambos, eso fue lo que marcó la pauta para que todo esto se convirtiera en una realidad asequible. Una bonita amistad estaba floreciendo entre nosotros; lo que vendría días más adelante ¡ninguno de los dos lo imaginaba!

La cercanía y calidez de esas charlas fueron los pilares para dar el siguiente paso. A veces eran minutos, en ocasiones la hora completa, pero ciertamente ese lapso de tiempo nos sirvió de mucho pues, fue el puente para pasar de lo virtual a lo carnal. Su sinceridad y comprensión aunada a su forma de ser, me convencieron para darle fecha al encuentro.
 A pesar de que no hubo un “SI” de principio, tácitamente se dieron las cosas. Suelo dar prioridad al perfil de “los guiños y besos virtuales” precisamente porque ahí no tengo que explicar nada, se supone que cuando me escriben es porque, se adhieren a mis condiciones, están de acuerdo y prácticamente solo esperan fecha de cita. Con antelación, me había escrito un chico muy guapo, su perfil mostraba una cara muy bonita y un cuerpo digno de revista de sociales. 

Le propuse varias fechas para reunirnos, y una a una se fueron venciendo; así que cansada de esperar a ese “curioso” quita tiempo, me decidí por lo que ya tenía en puerta y ahora mi prioridad: Fer. Ya le había comentado mis horarios y lugar en el que había la oportunidad para conocernos y saborearnos sin prisas. 

Le propuse la fecha y para nuestra suerte, ese día también él podía disponer de su tiempo sin problemas. Prácticamente ya todo estaba listo. En el transcurso de la semana fuimos afinando detallitos que estaban pendientes, y que poco a poco disipamos para no tener inconvenientes. Les confieso que fue una semana de nervios, adrenalina pura, de sueños húmedos, a partir de ese momento empecé a fantasear con la cita; me excitaba en demasía ese cumulo de emociones, en las tardes me entraba mucha ansiedad porque llegará el sábado…siempre me pasa y no lo puedo evitar. Cuando hay una cita pendiente me da insomnio, un sudor frío recorre mi cuerpo, los pensamientos y conjeturas que se proyectan en mi cabeza como una película, no me dejan tranquila.

Se lo confesé…y fue cuando supe que le ocurría lo mismo. Estoy muy nervioso mami, pero ansioso de que ya llegue el sábado –me dijo-, yo sé que en cuanto nos veamos, los nervios van a desaparecer, de eso estoy segura nene, así que ya no nos preocupemos más –le dije- momentáneamente nos tranquilizamos y seguimos charlando. Percibí que la semana se fue lentísima, quizás… eran las ansias de saborear del placer inmediato que brinda el sexo. Las endorfinas estaban listas para salir pero estábamos a mitad de semana. Llegaba el viernes y con ello, la ansiedad en su máxima expresión, los nervios delataban el deseo, ¡no era para menos pues mañana sería un día muy especial.


El despertador sonaba, me levante… no había podido conciliar del todo el sueño; quizás por esa combinación de nervios y placer que recorrían mi cuerpo, aun así desperté con el deseo a flor de piel. Me fui a la ducha, me arregle y desayune algo ligero. Estaba más que lista para escribir una nueva historia en las memorias del corazón. En cada encuentro me gusta complacer a mi pareja en turno, desde la vestimenta exterior, hasta la interior, Fernando eligió el color negro, con la famosa tanga “azul”; esa tanguita que ya habrán visto en diversas fotos y vídeos, que hacen que mis pompas, se vean ¡más sugestivas! (o antojables).

Como dejo a mi cargo la elección de la ropa exterior, seleccioné un vestido entallado de licra, blanco con negro, muy pegadito (strech), totalmente nuevo, delineaban mi figura ¡sensualmente! Por falta de tiempo me había sido imposible estrenarlo, y este era el momento justo para lucirlo. Complemente el atuendo con unas ricas medias decoradas del mismo color de mi lencería, lleve zapatos casuales, además de un perfume rico que utilizo para seducir. El resultado final: dejar con la boca abierta a mi nene, sus ojos se postraban en mi figura como lobo hambriento, esa mirada libidinosa delataba el fuego de su interior. Lo recibí con un cálido beso, me tomo de las manos y giro mi cuerpo con una vuelta para apreciar mi humanidad ataviada en licra, no quería perderse ningún detalle. ¡Que rica te ves mami!, y me beso en los labios. Procedimos a entrar a la  habitación para conocernos, e intimar.

Está es la foto de como iba vestida ese día:
 

Para ese momento el nerviosísimo y la tensión habían llegado a su fin, poco a poco fuimos entrando en calor, empezamos con una breve charla que dio paso a un rico arrimón que termino de encender mis sentidos. Sentir su respiración en mi nuca, y sus labios rosando mi cuello me hicieron sucumbir. Me fascina el juego de la seducción y del cachondeo. Con movimientos circulares me contoneaba delante de él provocándolo e incitándolo al deseo. Casi podía percibir las palpitaciones de su pene deseoso de insertarse en mi cavidad anal. Las caricias fueron subiendo de intensidad, sus gruesas manos acariciaban mi espalda y terminaban apretando vigorosamente mis nalgas. Sus labios sellaban mi piel, al mismo tiempo que me despojaba de mi vestido; el hizo lo propio, con prisa se desprendió de su playera y de sus pantalones, observe su cuerpo desnudo, su pene erecto dispuesto a sumergirse en mis entrañas, interrumpía mi respiración agitada con su mirada.

Esa mirada ya me ha embrujado antes, es la mirada del deseo, siempre me hace perder la noción del tiempo. Fernando dirige su boca a mi ano, su lengua  se aventura y se mete entre mis pliegues,  mi cuerpo se estremece; rápidamente y con asiduidad devora mis entrañas, sabe que estoy a punto de perder el control y su lengua se atreve a desafiar mi fuerza de voluntad. Sus dedos juguetones y resbaladizos se insertan en mi estrecho ano. Se incorpora, voltea al espejo, sonríe y me mira, ¿te gusta? –me pregunta-; con la voz entre cortada le respondo –me encanta corazón, ¡sigue, sigue no dejes de hacerlo por favor-.
Lo sabe…está consciente de que no me puedo controlar y mis manos reflejan mis más íntimos deseos. Empiezo a acariciar su piel suavemente, sin quitar la mirada de sus ojos. Sin duda es el encuentro más emocionante que he tenido en mucho tiempo, tanto que la excitación cobra vida dentro de mí al estarles escribiendo esto. Su lengua ¡ha logrado su objetivo!, me abandono al deseo y permito que disponga de mi cuerpo a placer. El espejo refleja la excitación en su rostro y su deseo de fundirse dentro de mí. Mis labios cargados de lujuria besan los suyos, me besa apasionadamente olvidándose de quién es y quién soy. Acaricia mi piel delicadamente, y yo la suya. No fue necesario decirle que estaba lista, pues los gemidos que emanaban de mí ser, fueron lo suficientemente explícitos.

El deseo hace eco en nuestros cuerpos, estamos a punto de besar las nubes con la punta de los dedos. Abre un preservativo y lo coloca en su pene erecto, no puedo apartar los ojos de su sexo, estoy ansiosa porque me haga suya. Sostiene su miembro con sus manos y provocativamente lo dirige hacia mí. Lista para entregarme a él, coloco suficiente cantidad de lubricante en mi dilatado ano, toma la botellita de lubricante y rocía un poco en su pene. Nos colocamos frente al espejo ¿cómo empezamos? –me inquiere-…de perrito corazón ¡por favor! –le respondo-.

Ya no podíamos soportar más tiempo, me incline para que pudiera entrar en mí. Tomo su pene firme y lo rozo contra mis paredes anales, jugueteaba…estuve a punto de suplicarle que me penetrara. ¡Al fin pude sentir esa primera estocada!, era dura y suave a la vez. Se fue metiendo como la humedad, me tomo de los hombros y empezó a cabalgarme con pasión. Noté la lujuria en sus manos, sus labios y su mirada… y así me lo hace saber devorando cada parte de mi cuerpo.

Me siento como en una nube, el placer me ha elevado hasta el séptimo cielo, se hace dueño de mí y de mis instintos. He sucumbido a sus encantos y él lo sabe. Escucho sus gemidos, me observa, y se siente poderoso ante mí, pero yo aún tengo algo que decir. Cuando me dispongo a dominarlo, se oye la inoportuna alarma sísmica. ¡Era evidente… hoy es 19 de septiembre!...está fecha además de recordarnos esos acontecimientos fatales, se acostumbra para llevar a cabo “simulacros” con el fin de evitar pérdidas humanas.
Inmutados nos miramos a los ojos…callados y sin saber que hacer pusimos pausa a la pasión. Quizás el hotel también formaba parte de dicho simulacro, situación que no deseábamos saber. Así que sin separarnos y en la postura en que nos habíamos quedado antes de que la alarma hiciera de las suyas, nos fuimos caminando hasta la puerta para ponerle el seguro, evitando así que nos fueran a sacar. Se escuchaba ruido, gente movilizándose, y sin darle mayor importancia, lo miré y le dirigí una sonrisa.

Fer supo interpretar mi indirecta y como aún estaba dentro de mí, no perdió la oportunidad para cabalgarme nuevamente. Y con más fuerza que de principio, me penetro muy fuerte; jugaba y disfrutaba mi trasero. Esos besos negros que antecedieron a la penetración, lubricaron perfectamente esa zona, por lo que pude “recibirlo” sin ninguna molestia. En concreto, mi colita estaba siendo sometida y eso me volvía ¡loca de placer!
Quizás hicimos mal al hacer caso omiso a la alarma sísmica, pero la verdad es que estábamos tan calientes, que ni un ejército completo nos hubiera podido sacar de la habitación. El deseo y la pasión eran más fuertes que cualquier, alarma, capricho o acontecimiento que estuviera pasando afuera, menos mal que solo era un “simulacro”. El “temblor” que estaba sucediendo en el interior de la habitación, me tenía completamente rendida a sus pies, complacer sus caprichos era mi prioridad en ese momento, el mundo cotidiano paso a segundo término… ¡no me importaba nada más que él, y yo!.

Rápidamente nos olvidamos de ese momento que por un instante interrumpió nuestro encuentro frenético, y nos dirigimos a la cama para continuar haciendo el amor. Me recosté boca arriba, Fer llego hasta a mí y abrió mis piernas…coloco la punta de su pene en la entrada de mi ano  y se introdujo dentro de mí. Sus manos no tardaron en posarse sobre mi cintura, y me apretaba hacia él. La fusión de nuestros cuerpos impregno de un nuevo aroma aquella habitación. Sus manos postradas sobre mis caderas me apretaban con mucha fuerza, sintiéndome completamente suya. Me encanta su forma de hacer el amor, me fascina que me estruje. Mis jadeos de loba en celo y los gestos de placer que se dibujaban en mi rostro, alentaban a mi nene a calcinarse en mi cuerpo. 

Esa imagen de mi nene sudando, penetrando mi ano, abriéndose camino entre mis pliegues, moviéndose ¡deliciosamente! me prendía en demasía… el observar su cuerpo velludo y varonil,  y ese prominente abdomen que coronado por un hondo ombligo negro y peludo y bajo este, ¡lo mejor! su delicioso y escurridizo pene que se clavaba con mucha pasión en mi interior. Cambiamos de posición ahora me puse de ladito para que me hiciera suya. Su pene palpitaba, aunque con condón pude apreciar en su punta humedecida, el líquido pre seminal. Sus brazos se enredaron en mi cintura, me aprisiono contra él insertándome  todo su pene. Mientras, Fer gemía gozándolo de lo lindo, mi colita le comía cada centímetro de su rico pene, le miraba sus profundos ojos, mis movimientos de succión desembocaban en el sonido seco de descorche de botella de champagne; ¡una y otra vez!...el placer que desbordaba la mirada atónita de mi poseedor me alentaba a seguir apretando su pene con mis paredes anales; por el espejo observaba sus testículos peludos fabricando una buena dosis de esperma para mí. Me besaba, y sus labios me transmitían el dulce sabor de mi ano, su lengua traviesa buscaba la mía, se puede decir que nuestras bocas copulaban. Un cosquilleo frenético me hacía desearle con fuerza, disfrutando de aquel dulce momento.

Me incorporé para cambiar de posición una vez más, está vez deje que mi nene se acostará, y yo me puse arriba de él dándole la espalda. Haciendo mi tanguita a un lado, introduje con mis manos su pene en mi estrecho ano. Ahora era mi turno de mostrarle mis “habilidades” en la cama. Empecé a cabalgar con un ritmo suave y lento…sin prisas. Sin que lo notara, le imprimí más ritmo a mi cabalgata, por sus gemidos me pude dar cuenta que mis movimientos cadenciosos no le eran indiferentes, por el contrario, sudaba y me decía palabras soeces.

Cabalgue con más fuerza y en cada sentón le dejaba caer todo mi peso, con el fin de que su pene se metiera hasta mi último rincón; al escuchar que estaba a punto de venirse, impregne más velocidad dando como resultado, ¡un delicioso alarido de placer!…ahhh! que rico, ahhh… mi nene se retorcía, me tomo de la cintura y me dejó su pene clavado durante unos instantes, al salirse de mí note que el condón que cubría su pene reventaba de leche. Que rico mamita, -me dijo- ¡me encanto corazón- le dije-, se acercó a mí y nos besamos apasionadamente.
Se levantó y se dirigió al baño para asearse, yo lo espere en la orilla de la cama todavía agitada por semejante embestida. A su regreso platicamos de algunas cosas y detalles de nuestra vida, comimos una pequeña botana acompañada de vodka. Su forma de ser me atrapaba más y más, sin temor a equivocarme… me atrevería a decir que encontré al amante perfecto.

Después de algunos minutos, mi nene estaba listo para darme otra dosis de amor; pronto, volví a ser presa de su estimulante lengua. Sus manos separaban mis nalgas dejando mi agujerito indefenso y listo para ser taladrado, sentí como su lengua se paseaba a placer por mi ano, no me cabía ninguna duda que quería lubricarme bien para poder penetrarme con facilidad, la primera vez dio resultado…así que con fervor seguía empotrando su lengua, yo le movía mi descubierto culito ante su atenta mirada, que seguía mamando mi delicada rajita.
Me volví a arrodillar en la cama y me acomode en la clásica postura de “perrito”, separe mi tanga y deje al descubierto mi ano. Apoyado sobre la cama, se acomodó, coloco su “cabecita” en la entrada de mi ano entrando como cuchillo en mantequilla. Me miraba con esa mirada extasiada, complacido por poseerme de pies a cabeza, me excitaba su mirada libidinosa, ahora era él quien dejaba caer todo su peso en mi cuerpo para embestirme con pasión, el calor de la habitación combinado con el sexo de nuestros cuerpos, provoco que mi nene estallara de sudor, Sentí como deslizaba su pene por todo mi conducto, su glande se abría paso en mis entrañas, me cabalgaba con pasión...¡Dios como deseaba y necesitaba este momento!.


No saben lo que me encanto sentir aquella punta caliente de su ser dentro de mí, al apretarlo, pude sentir como su glande se deslizaba con presión y suavidad a la vez, adentrándolo con avidez y dureza, topándose contra mi esfínter que se rindió como con ganas de que aquel merecido pene, siguiera su camino hacia adentro hasta conseguir el tope máximo. Y así fue como de un leve empujón de pelvis pude sentir roda su humanidad dentro de mí.
Me clavaba a tope…poco a poco sentí como la sacaba levemente para volver a metérmela hasta el fondo, esa sensación regocija mis sentidos…es extremadamente placentera. Fernando me tomo de la cintura y se aferró a mi como caballo a su potranca y empezó a encularme a placer, sentía plenamente su sexo dentro mí y como con sus manos se agarraban de mis caderas para poder cogerme a su gusto. Me sujetaba con fuerza para adentrarse en mi ser, cuando sus huevos chocaron con mis nalgas… ¡el placer fue instantáneo!
Sus peludos y oscuros huevos, chocaban con mis nalgas, clac, clac, clac…cierro los ojos y me concentro en ese sonido que me produce mucho placer. La postura del perrito es la mejor para sentirme totalmente de él, pues me siento plenamente a su merced. Me sentía como toda una mujer… ¡profundamente plena! Nuevamente comenzaba con el mete saca de su pene para disfrutar de esa cogida junto con sus gemidos que no cabían en aquella habitación. A sus quejidos, se le sumaron los míos y juntos daban una fiesta de lujuria y pasión desenfrenadas. "Cambiemos de postura"- dijo de repente-, y sacando su pene de mi culo, me puso con las piernas hacia arriba.

Me acosté con las piernas levantadas, y deje al descubierto mi ano dilatado, sintiendo cómo mi culito quedaba libre por unos instantes, deseando volver a ser tapado por mi anfitrión, que allí… paciente me esperaba para que me acomodara. Tomo una almohada, la coloco debajo de mi espalda, tomo mis muslos y los jalo hacia él, con su mano introdujo su pene en mi ano, poco a poco…lentamente

Arremetió contra mi culo con pasión; le miraba a los ojos de manera lasciva, enrede mis piernas en su nuca y lo apreté a mi cuerpo, me tomo de la cintura y sentí todo su peso caer con firmeza en mis nalgas. Chac, chac, chac…era el sonido de su sexo rebotando en mis redondas pompas, una y otra vez, sin parar. Mis paredes anales aprisionaban su delicioso miembro con fuerza, y eso a mí nene la fascinaba, ¡lo tenía sudando a mil!... su rostro de placer era un poema, yo tiraba mi cabeza para atrás y él volvía a cogerme de mis nalgas haciéndome completamente suya, no podría separarme de él ni aunque quisiera.
Despacio  movía todo mi cuerpo arriba y abajo, una y otra vez, empujando su pene dentro de mi culo, dándole todo el placer que podía a mi ano, de vez en cuando le miraba y contemplaba nuestra escena y me quedaba pasmada de lo que estábamos haciendo. Pero mi disfrute de aquel momento de puro sexo sin complejos me llenaba plenamente y me hacía gozar como algo indescriptible.

Volvió a pedirme un cambio de postura, ahora se acostó, y nuevamente me puse de espaldas. Inserte su rico pene en mí ya dilatadísimo ano, lo monte, mientras cabalgaba, miraba al espejo esa escena me incitaba a montar más y más rápido, estábamos por alcanzar el clímax. Me acosté de ladito, y mi nene se apresuró a cubrir mi espalda con su cuerpo sudado, se acercaba poco a poco acariciando mis piernas, nuevamente introdujo su pene en mi ser y empezó a empujar apasionadamente. El vaivén se fue haciendo poco a poco más frenético, su cuerpo, se estampaban contra mí de forma acompasada, seguía cada vez un ritmo más frenético y más fuerte, mi culito estaba desbordado, completamente dado de sí y a penas podía apretarlo para darle algo más de placer a Fernando.
Un fuerte gemido me indicaba que mi colita había logrado su cometido; por segunda ocasión, le estaba succionado la segunda tanda de leche…era delicioso escuchar esos gemidos, me aprisionaba contra él, su rica leche llenaba el condón  junto con sus últimas embestidas, mis gemidos conjuntaron un coro de placer. Tocaba su pecho abrazándome a él, durante unos minutos, yació sobre mí, para poco después, abandonarme e ir al baño a limpiarse nuevamente.

Salió del sanitario y estuvimos platicando otro rato. El tiempo que destinamos para el encuentro bastaba para conocer nuestros cuerpos de punta a punta, para gozar de esos orgasmos sin límites, para disfrutarnos, saborearnos y además entablar una charla amena. Aún con nuestros cuerpos sudorosos, terminamos abrazados, me miró fijamente y me dijo: “tienes un cuerpo muy bonito, no cabe duda que las fotos se quedan cortas, en vivo te ves ¡mucho mejor!”. No cabía de la felicidad y sus palabras terminaban de confirmar que Fernando, es el amante que estaba buscando. 

El irremediable paso del tiempo estaba haciendo de las suyas, el tiempo del cual disponíamos estaba por llegar a su fin. Me tomo de la cara y me dio un gran beso, “ojalá que repitamos nena, me encanto” –me dijo- ¡Claro! –exclame- seguiremos viéndonos las veces que tú quieras, seré tuya cuando nuestros tiempos vuelvan a empatarse.

Está es una foto de como termine aquel día, por petición de mi nene las fotos de nuestro encuentro no serán publicadas por respeto a su persona.

 

Se vistió para marcharse, nos despedimos con un besito, y acordamos que no sería la primera ni la última vez de un encuentro tan candente. Me muerdo los labios esperando  un segundo encuentro, oler su piel, besar sus labios,  y esas embestidas que me tienen loca …que tengan ricos orgasmos ¡hasta el siguiente post!

viernes, 4 de septiembre de 2015

¡GRACIAS!



Antes que nada, quiero agradecer a tod@s ustedes por estás primeras ¡trece mil visitas a mi blog! ¡Infinitas gracias!, no tengo como pagar todo el cariño, interés; pero sobretodo el invaluable tiempo que le dedican a esta servidora. Un beso muy grande y un cálido abrazo para todos mis fans, seguidores y visitantes que me favorecen con su preferencia. Espero que el siguiente video sea del agrado de todos ustedes. Los que leyeron los relatos que titule: "Don B", sabrán de que les estoy hablando, pues justamente este video es una secuela de esos relatos. Les comparto una de esas tardes en las que Samara espera muy guapa y ansiosa a que ese viejo llegue y comparta una tarde con ella.

Me di cuenta que los relatos ("Don B") les gustaron demasiado, así que por eso me decidí a presentarles el siguiente post, pues muchas veces y como dice el dicho "una imagen dice más que mil palabras".  Nuevamente y aunque suene repetitiva…¡Muchas gracias por su preferencia! Hasta el siguiente post, que tengan ¡ricos orgasmos!, besitos!!!