Vistas a la página totales

jueves, 28 de agosto de 2014

La primera vez...


Hola que tal mis queridos seguidores, en está ocasión continuaré con las anécdotas que quedaron pendientes en el relato pasado…

Callada, un poco tímida y con los latidos del corazón a mil; (podía apostar que se escuchaban a media cuadra de ahí), estaba yo, en esa habitación… hace 15 minutos que había terminado de ponerme las cosas que contenía aquella bolsa misteriosa. Mi anfitrión se desesperó, se asomó por la cortina y me dice –¿ya estás lista?, ¿por qué no sales?, ¡ven te quiero ver!.

No…aún no estoy lista, (respondí) no me he puesto labial, -póntelo (me dice) y acércate te quiero ver. Ya no pude ganar más tiempo, la desesperación de mi amigo me presiono, y una vez que termine de ponerme el labial, salí a la sala de su casa, para que pudiera apreciar mi figura, el resultado final: una nena tv primeriza, tímida, vestida de minifalda azul, medias blancas (pues su mamá de este chico era enfermera y tenía infinidad de medias y pantimedias blancas), blusa blanca; me aplique en el cuerpo el perfume que me dio de su mamá, olía delicioso, es una fragancia que hasta la fecha no he encontrado y que cada que llego a olerla por casualidad, me recuerda ese mágico momento. 


Se puso de tras de mí y me empezó a oler el cuello, una sensación rara pero placentera recorría todo mi cuerpo, ¡qué rico hueles!, (me dijo), se me repegó aún más y pude sentir que ya estaba muy excitado, aquel arrimón me anunciaba que quería algo más que observarme. Me tomo de la mano y me dio una vuelta completa, se dio el gusto de ver y contemplar en todo su esplendor mi cuerpo vestido de nena. Me condujo hasta su cuarto nuevamente y me sentó en su cama.


Empezó a buscar  como desesperado entre sus cosas algo, no sabía que buscaba, de lo nerviosa que estaba ya no hablaba, él solo susurraba, “aquí la deje, aquí la deje”; (estaba perdida en mis fantasías y pensamientos) cuando abruptamente me dice ¡la encontré!, ¿qué?, (pregunte), esto…todavía en aquel entonces existían los VHS (vídeo cassette para quien sea de esta época y no haya tenido la oportunidad de conocerlos), lo saco del gigantesco estuche y la puso en la videocasetera. 

Era una película pornográfica, y si ya estaba encendida la mecha, ¡con eso termino de calentarse más!.

Entre más pasaban las escenas de la película, más y más se iba prendiendo mi amigo, y yo ¡ni se diga!, la película me estaba excitando bastante, me tenía sudando. Estaba tan metida en la película que no observe que mi compañero me estaba recorriendo con la mirada, de pies a cabeza, me devoraba con los ojos, eso me hizo sentir apenada pero a la vez ¡me gustaba!, me sonroje y él lo notó.

¡Tranquilo, no pasa nada! (exclamó mi amigo), si ya no quieres ver la película, o te quieres ir no hay problema, te dejo para que te cambies;… eso fue lo que me gusto de ese niño, que a pesar de que estaba excitadísimo, me tuvo mucha paciencia, entonces le conteste: “No, solo estoy un poco nervioso, pero estoy a gusto, gracias”.


Apenas terminaba de decirle eso, cuando me planto un beso húmedo y prolongado; por inercia quise retirarlo, lo tome de los hombros como queriéndolo alejar, pero me gustaba, en realidad ese beso me encantó tanto que lo deje continuar, y le correspondí, baje mis manos y me deje llevar. Una vez con ese beso, él, sintió el derecho de poderme abrazar, tocar, manosear, y yo aunque muy nerviosa, estaba ¡encantada de la vida!.

Dejamos aún lado la película, pues ya había logrado su cometido, ya no pudimos más, con sus manos empezó a recorrer delicadamente mis piernas, sentía su aliento en mi cuello, me tiro de espaldas en su cama, y empezó a besarme en la boca, queríamos fundir nuestros cuerpos en el mar del placer lo más rápido posible, pero la inexperiencia y torpeza de ambos nos impedía llegar al clímax. 
Tranquilo, le dije, vamos despacio ¿sí?...claro lo que tú digas (me contesto y me sonrío). Me acariciaba suavemente la mejilla cuando me dice: tengo ganas de coger contigo, ¿quieres?; (justo como cuando la escena se queda congelada en una película, así transcurrieron esos segundos), me quede pensativa, dubitativa.


Se incorporó y me dijo si no quieres no; no te preocupes, tal vez voy demasiado rápido… le dije no, lo que pasa es que tengo miedo, nunca lo he hecho, no sé qué decirte. 

Si lo sé, dirán si no ibas a salir embarazad@, pero el miedo y los nervios estaban presentes y por poco evitan que termináramos aquella “tarea en equipo”. Es como aquellas ocasiones que te gusta mucho algo, y decides no comprarlo, llevarlo o no hacerlo, después llega el arrepentimiento y dices ¡porque diablos no lo compre o no lo hice!, son oportunidades contadas, que muy rara vez el destino te las acerca hasta la comodidad de tu vida, y como el "hubiera" NO existe, reflexione, y dije ¡sí! me la voy a jugar, justo estaba quitando el VHS, cuando lo sorprendo diciéndole: ¡SÍ!, si quiero hacerlo… ¿de verdad? (me pregunto), le dije sin temor a equivocarme, ¡Sí!...si lo quiero hacer.


No les puedo describir la cara de felicidad de mi primer compañero sexual, pero para que se den una idea fue como si en ese momento le hubieran dicho que se sacó la lotería, ¡estaba muy feliz!, y por el contrario, yo estaba un poco sacada de onda, pero dije ni modo, ya le dije que sí, ya no me puedo arrepentir.

Sabes una cosa (me dijo), también es mi primera vez, entonces no sé cómo comenzar, no te preocupes (le dije) vamos despacio, me puse de frente a él, me dio un tierno abrazo, a este, le siguió una ronda de besos que prendieron nuevamente la chispa. Al fin jóvenes, nos excitamos rápidamente, me quito la blusa, y aunque la inexperiencia nos brotaba por los poros, sus besos en el cuello me excitaban y me daban cosquillas, no sé porque pero soy muy cosquilluda.

Así continuo bajando sus manos hasta llegar a mis nalgas, lentamente subí a mi cintura  la minifalda que cubría mis piernas, quede tirada boca arriba en su cama nuevamente, él también hizo lo propio y se despojó de su playera y pantalón, ambos estábamos semi-desnudos, prácticamente en ropa interior. Me hinque frente a él y le ayude a liberarse de esa trusa color gris, me esperaba una grata sorpresa: su miembro viril, erecto y duro ¡muy duro! se le marcaban las venas de lo excitado que ya estaba. 

Como no  era muy diestra con la boca, y mucho menos con las manos sin querer llegaba a lastimarlo, cuando intentaba acariciarlo o lamerlo.
Ya no pudimos más y me volvió a tirar en la cama, ahora él fue quien con fuerza me quito las pantaletas rositas de un jalón, quedé en la típica posición del misionero; como no sabía que “hacer”, en automático abrí las piernas. Su pene ya estaba listo, tenía ese líquido pre-eyaculatorio en la puntita. 


Nos costó muchísimo trabajo pero al fin logro entrar “la puntita”, no lo pude evitar, aunque no dí un grito fuerte, mis gestos y expresión aunado a que con los brazos lo retire de mi cuerpo, hicieron que mi compañero sacara la cabecita de mi apretado ano, auchh, ¡que dolor!, no se lo decía pero cuando yo cerraba los ojos, ahí se daba cuenta que me dolía, (dicen que la primera vez duele mucho, pero analmente duele el doble) a pesar de que “practicaba” con ese palo de escoba, probar un miembro de carne y cuero, ¡es totalmente diferente!, lo reitero me dolió bastante, tanto que tuvimos que suspender por unos minutos el intento de relación sexual.


Ya un poco más relajada, le dije adelante, intentemos de nuevo, está vez escupí un poco de saliva en mi mano que lleve hasta la entrada de mi ano, con el fin de lubricar un poco la zona y evitar el dolor. Les puedo decir que fue un poco más “accesible” la entrada, pero el dolor seguía presente, está vez habíamos logrado que la mitad de su miembro entrara en mí, … ¡despacito por favor! -le dije-, y así empujaba, poco a poquito, con delicadeza; de verdad parecíamos la parejita de novios (niño y niña) consumando su primera relación sexual. 

Él a pesar de su juventud fue todo un caballero, dejó que yo controlará la velocidad de la penetración; pero, la sensación y excitación le ganaron e hicieron que rompiera la rutina y me empezó a cabalgar más duro y rápido, me dolía mucho ¡muchísimo!, sudaba, gemía, ¡que dolor!, mis gestos de repente frenaban su alocada carrera, pero una vez que veía que me recuperaba, otra vez arremetía duro, cada vez más duro, por la postura en la que estaba podía apreciar con lujo de detalle sus gestos, gemidos y expresiones, les confieso que yo no disfrutaba del todo, el dolor estuvo presente en casi toda la relación sexual, estaba divagando, cuando de repente se me metió hasta el fondo, muy adentro, ¡mi chico se estaba viniendo dentro de mí!, pude sentir ese líquido espeso entrar con fuerza hasta mis entrañas, era un líquido muy caliente, y esa sensación fue muy placentera, aunque debo confesarles que esa cabalgada me dejo muy adolorida. 


Ese encuentro marco PARA SIEMPRE mi vida, y no solo en el ámbito sexual, fue como haber descubierto un mundo nuevo, no puedo olvidar la forma en la que me trato mi primer amante, quede atrapada en su ternura, virilidad y paciencia.

Terminamos esa “tarea” exhaustos, al fin habíamos conseguido llegar al éxtasis deseado, me apresuro, pues su mamá estaba por llegar. Fuimos precavidos al recoger y asear muy bien el cuarto, solo la falda quedo un poco sucia (omitiré detalles por cuestiones obvias), pero para no despertar sospechas, acordamos tirarla a la basura.

Justo como en aquella ocasión que me puse la ropa interior de mi madre, camino a casa me sentí raro, como si hubiera cometido un crimen. Trataba de hacerme a la idea de que no había pasado nada pero no, ¡me habían desquintado!, y aunque adolorida, NO me arrepentía de lo sucedido. 


Llegue a mi casa algo sacad@ de onda, ya para ese entonces mi mamá nada sospechaba, pensó que eso de usar sus medias y vestirme de mujer había quedado en el pasado, o que lo había hecho solo por “experimentar”, por eso, esa tarde no noto que su hijo se había convertido en una “señorita”.


Aprendí a ser más discreta y guardar muy bien las apariencias, mi madre quedo convencida (hasta la fecha) que soy un chico normal como cualquier otro, nada sabe de Arlenne, la niña que cohabita conmigo y que hace de las suyas cuando puede.

Nada pudo ser más grato que dejar “mi inocencia” con ese chico,  a partir de entonces, las tareas “en equipo” se hicieron más frecuentes, no me caía "el veinte" del porque me procuraba y se preocupaba por mí, hasta ese día en que ambos tuvimos LA PRIMERA VEZ.








martes, 19 de agosto de 2014

Mis inicios...



Hola de nuevo chicos. En está ocasión les comentaré como llegue a este fascinante y controvertido mundo del travestismo, mis "pininos". 
En ese entonces ni siquiera contaba con lo más básico que es maquillaje y peluca, solo tenía algunos "trapitos" que poco a poco fueron conformando lo que hoy es mi mini-guardarropa completo el cual contiene (les presumo), Ropa interior: medias, pantimedias, calsetas, ligueros, brassieres, tangas, pantaletas, baby dolls, corsetes; Ropa casual: minifaldas, mallones, shorts,  tops, blusas, un traje sastre y varios vestidos; Maquillaje: sombras, rubor, maquillaje en polvo, base de maquillaje, corrector, lápiz labial, delineador de labios y parpados, rímel (máscara para pestañas), enchinador de pestañas, kit o set de brochas; pinzas para depilar y sacapuntas; Calzado: zapatos, zapatillas de tacón alto (tipo teibolera) y botas; Disfraces: colegiala (escuela privada y pública), secretaria, sirvienta, bruja, y enfermera; Accesorios: pelucas, antifaces, pulseras, collares, aretes, diademas, bolsas de mano, uñas postizas, y explantes de silicón; Otros: cremas depiladoras, perfumes, barnices, lubricante normal y anal, condones, ¡hormonas!  y claro mi dildo que me consuela cuando no tengo amante al momento. 
Parecen muchas cosas, pero fue con el tiempo, paciencia y un poquíto de dinero (bueno un mucho) que logre juntar todo esto.

Fue a los 15 años, cuando empecé a sentirme "distinta", esa metamorfosis interna, apenas comenzaba. La sexualidad iba despertando, y con ella... mi deseo que me llevo a ser la travesti FEMENINA que soy, aunque de closet, pero feliz. Aún no he llegado a donde quiero, pero poco a poco, no me desespero.

Fue una mezcla de vivencias, sensaciones e inquietudes que fueron acercándome a mi verdadero yo, esa chica que "habita" dentro de mí, su nombre: SAMARA ARLENNE, su lucha es intensa y a diario me dice que quiere salir a la "realidad" ufana, sin tapujos, sin volver al closet,  se desespera, pero como mi cobardía es más grande, permanece encerrada y solo ve la luz cuando tiene una cita con un chico, o de vez en cuando y si se dan las condiciones de grabar un vídeo y compartirlo con mis seguidores y admiradores en you-tube. La manutención y caprichos de Samara Arlenne en ocasiones me salen muy caros, pero las satisfacciones que me ha dejado, ¡recompensan esos sacrificios!.

Uno de los primeros detonantes de mi decisión de ser chica travesti, fue ver cómo le hacían sexo anal a una chica. En ese entonces yo cursaba la secundaria (no recuerdo que año si era primero o segundo), y me habían pedido algunas cosas para un experimento escolar (de esos que casi no dejan en la escuela), en fin, la cuestión es que me dirigía a casa de mi tío, a pedirle algunas cosas prestadas, pues la papelería ya había cerrado.

Justo estaba por tocar la puerta cuando escuché algunos gemidos (pujidos), la puerta a pesar de que estaba cerrada y con una cortina, tenía una pequeña apertura que me permitió ver algo que me dejo sin palabras ni imaginación;…¡ni siquiera había visto mi primera película porno! (solo revistas), y ver sexo prácticamente ¡en vivo!, wooww era una especie de shock, mi mente de puberto no la pudo procesar de inmediato. Nada puede ser más descriptivo que ver como las dos manos de mi tío tenían agarradas la cintura y caderas de su esposa, solo veía como se le movían las nalgas a esta chica mientras él la embestía con pasión, observaba sus gestos y escuchaba sus gemidos apenas perceptibles para mi oído ...¿cómo supe que era anal?. Mi tío le dice ya no te duele, su chica le contesta no mi amor, sigue metiéndolo en mi colita, así rico, me gusta que me la metas por detrás, (susurraba) apenas se escuchaba pues hablaba en voz baja.

Me retire de ahí, pero fue más mi curiosidad, y regrese a ver la escena ¡completa!, por esa rendija observaba como tenía de "perrito" mi tío a su esposa, le daba durísimo, ella llevaba unas hermosas medias de liguero, solo gemía, pujaba, mi tío no hacía mucho ruido, ella se quejaba a cuenta gotas, para que no la escucharan, esos gemidos alentaban a mi tío a seguirle dando ¡duro! no estaban desnudos, él le levanto la falda y él tenía los pantalones abajo, después supe que ese era un "rapidín". 
Quizás hice algún sonido o ruido involuntario, y ella dijo: espera, alguien nos oye, mi tío se subió los pantalones y salió a ver, entonces me apresure a esconderme. No viendo a nadie afuera procedió a terminar de coger esa colita que lo tenía sudando. Por temor a ser descubierto ya no regrese, preferí quedarme con lo que vi e imaginarme el resto.

Más tarde regrese a casa de mi tío a pedirle las cosas que necesitaba para la escuela, su esposa me pregunto: ¿sabes si alguien vino hace rato?, le dije -sí-, mi hermana paso a buscar a mi prima pero me dijo que la puerta estaba cerrada. Se lo dije para qué pensará que fue mi hermana quién hizo el ruido que ella escucho mientras mi tío la montaba, pero algo raro noto en mi cara -(la verdad si me veía sacada de onda, pienso que si intuyo que los vi tener sexo ¡en vivo y a todo color!, creo que a tus quince años es algo que no se puede disimular y mucho menos procesar rápido)-, me preguntaba la esposa de mi tío: ¿te pasa algo?, le dije no...estoy preocupado por unos exámenes de la escuela. Pero mi mente recreaba lo que apenas hace unos minutos mis ojos precenciaron, mi tío dándole a su chica de a "perrito", y no solo esa noche, todo el mes estuve en shock y no me pude quitar esa "película" de mi mente. Pensaba tanto en esa situación que me imaginaba que ¡era yo!...me masturbe infinidad de veces pensando en aquella escena, pero no como chico ahí fue la primera vez que me imagine ¡que era yo la esposa de mi tío!, y que ¡era yo esa nena a la que ponía de "perrito"!, y me daba durísimo, es que de oír sus ricos gemidos, y esos gestos inolvidables y provocativos, su rostro reflejaba que de verdad lo disfrutaba bastante, me hizo suponer que lo que ella sentía era algo parecido a estar en el "paraíso", como mi tío solo sudaba y no hacia muchos gestos, y por el contrario su chica era muy "expresiva", deduje que el sexo anal era riquísimo (disfrutarlo como chica) y hoy que ya lo probé infinidad de veces... ¡les puedo decir que no me equivoque!. Les confieso que aún, esas imágenes siguen presentes, imposible olvidarlas.

A eso le siguió la inquietud de ponerme unas medias. Mi madre siempre tuvo el gusto de vestir de medias (tuvo el gusto porque hoy por su salud ya no las usa), pero en aquella época, le gustaba usar mucho medias y pantimedias, aclaro que nunca tuve el complejo de Edipo rey, pero admiraba las piernas de mi madre en medias azules o negras, sus colores favoritos, aclaro que siempre la mire sin morbo. A ellos se sumaba unas hermosas zapatillas que terminaban por darle la "cerecita al pastel", que bonita se veía, de ahí me nació la inquietud, ¿cómo se me vería a mí? empezaba a fantasear y ya me veía con mis primeras medias.

Cierto día hicieron una fiesta en casa de mis abuelos, la casa no queda muy lejos de donde vivimos, la inquietud de ponerme unas medias me desesperaba, me las quería poner a la de ¡ya!, era como una necesidad, como aquellas veces que tienes sed y sientes que si no bebes un delicioso vaso de agua fría vas a desfallecer. Exagerado, pero así me sentía, ya ansiaba por ponerme unas medias, más sin embargo cuando vas a la secundaria (por lo menos a mí) me fue muy difícil traer dinero en el bolsillo (a menos claro que trabajes) entonces dije ¿cómo estrenare mis primeras medias?.

Estaban muy entretenidos en la fiesta (incluyendo mis hermanas) y como a mí nadie me pelaba, todos bailaban, reían y cantaban, cada quien en su rollo, se me ocurrió una idea fabulosa, le comente a mi mamá -qué crees que no tendí mi cama, si la fiesta acaba tarde me va a dar flojera después- mi mamá asintió con la cabeza- me dijo si mejor vete a tender tu cama, y me regaño, me dijo: ¿qué no la habías tendido ya?, le dije no se me olvidó y justo ahorita me acordé, pues vete a tenderla, me dijo.

Me fui corriendo lo más rápido que pude, ¡ya quería llegar a la casa! con la idea de ponerme unas medias. Me metí al cuarto de mi madre, hurgue entre su ropa interior, y por más que trate de evitar la tentación ¡no pude!, termine por ponerme varias de sus medias y pantimedias que tenía en su cajón, inclusive hasta una de sus pantaletas; era como una pasarela frente al espejo, la sensación fue inexplicable, era agradable pero raro a la vez,  agridulce... quién haya pasado por algo así me entenderá; justo estaba en eso y la conciencia me remordió, ¿cómo le podía haber hecho eso a mi madre?, no sé pero sentí como si hubiese hecho en realidad algo muy muy malo, en ese momento me sentí muy mal moralmente hablando. A pesar de todo eso me volvió a ganar el deseo y seguí, me puse una de sus pantaletas negras y unas pantimedias, destendi mi cama y me puse a tenderla así: en pantaletas negras y pantimedias, sin pantalón, me sentía excitado tocar con mis manos mis piernas ataviadas en negro, me mire en el espejo, me gustaba lo que veía. 

En la mesita de su cuarto, había una bolsa de globos que habían sobrado de la fiesta, y eche rienda suelta a mi imaginación. Es algo inverosímil pero así paso, no pude resistir las ganas y coloque un globo (a manera de condón) en el palo de la escoba, lo ensalive, no pude más y me masturbe, me puse de "perrito" y me imaginaba que ese palo, era el miembro de mi tío que me penetraba, me gustaba y me dolía, solo metí si acaso unos cinco centimetros, como lo dije era como probar algo "agridulce" me excitaba demasiado ver mis piernas con medias; de hecho no lo quiero reconocer pero tengo el fetichismo de las medias.
Les confieso que me dolió MUCHÍSIMO y que inclusive (no quiero ser demasiado explicativa porque llegaría a lo escatológico y no es mi idea), pero el globo salió algo "sucio" era la primera vez que metía algo "duro" por mi ano. Me quede taciturno, pues pude ver en aquellos restos un poco de sangre, dije ¡oh no, ya me jodí!, me limpie y efectivamente el papel higiénico tenía un poco de sangre de mi recién desquintado ano, pero como gracias a Dios no era una hemorragia si no "restos" de sangre ya no le di más importancia, afortunadamente no paso del susto.

No sé cuánto habré tardado, que mi mamá fue a casa a buscarme; precavidamente cerré la puerta con seguro, trato de abrir y como no pudo, empezó a llamarme por mi nombre, espantado no sabía qué hacer, ¡estaba nervioso, sudando!, lo único que se me ocurrió fue quitarme las medias devolada, junto con las panties, y las avente debajo de la cama, junto con el papel higiénico y el globo-condón, y ya vestido le abrí la puerta.

-¿Qué estabas haciendo?, nada (le dije) que crees que me agarro el sueño cuando estaba tendiendo la cama, como me dio miedo que alguien entrara entonces cerré con llave y seguro.
-Pues hay que regresar a la fiesta, me espante, (me dijo mi mamá) pensé que te había pasado algo, le dije no... Nada solo me agarro el sueño.
Después de esa fiesta nada fue igual, en cada oportunidad (cuando mi madre salía por varias horas), o bien cuando me quedaba sola en casa, disfrutaba mucho de ponerme todas sus medias, y esa pantaleta que me causaba una sensación muy rara, fue adictivo masturbarme con ese palo de escoba y con las medias puestas. Ya no tenía que buscar nada, tenía todo en casa: mi consolador (palo de escoba) con su condón (el globo), lubricante (mi saliva) y encima ¡ropa interior!.

Desafortunadamente no todo fue miel sobre hojuelas, por mi edad, aunado a mi inmadurez, no fui lo suficientemente cuidadosa en colocar las prendas como estaban acomodadas y creo (aunque mi madre nunca me lo dijo) empezó a sospechar que yo, utilizaba parte de su ropa interior. Me empezaba a ver "raro", cuidaba mis movimientos, sobre todo cuando pasaba cerca de su cuarto, entonces para no despertar más sospechas decidí ya no usar más su ropa, estuvo tan a punto de cacharme junto con mi hermana las más chica, que prometí que si en esa ocasión no lo hacía, jure que jamás volvería a ponerme nada de su ropa, y así lo hice no volví a ponerme ¡nada! de su ropa. Es de lo único que me arrepiento de mi transición, haberme puesto la ropa de mi madre y hasta haberle robado un par de vestidos, perdóname madre sé que no lo vas a leer pero a quién lo lea sepa que me arrepiento de corazón. Hoy en día le he dado y comprado muchísimas cosas más, ropa, zapatos, muebles, además de algo de dinero para que ya no trabaje, con eso no justifico nada, ni mucho menos lo minimiza, pero creo que es lo menos que puedo hacer, y lo reitero es de lo único que me ARREPIENTO, creo que si el tiempo regresará DEFINITIVAMENTE no lo volvería a hacer.

Por meses evite volverme a poner unas medias, más por las sospechas que traía a cuestas, los ojos de mi hermana y mi madre no me los quite de encima por un buen tiempo, por momentos sentí que me espiaban, como si me vigilaran, y creo que no era para menos era como estar en un "big brother".

Pero mi necesidad era más, mi yo interior no se daba por vencida fue como una adicción incontrolable, creo que estuvo a punto de salirse de mis manos. Un día a la hora de la comida me toco ir por el refresco y otras cosas que había olvidado mi madre llevar, recuerdo que existía una tienda cercana a mi casa, y justo cuando compraba refresco y las cosas para la comida que volteo a mi costado derecho y ¡sorpresa!, observe que esa tienda ¡vendía medias!, si ¡medias! ¡qué alegría!, era raro, nunca había visto que una tienda (menos en aquel entonces) las vendiera, pero dije hoy es mi día de suerte.

Con sacrificios, junte un poco de dinero, y una noche me salí a comprar ¡MIS PRIMERAS MEDIAS!, (ahora si las podía usar sin remordimientos pues ERAN MÍAS) como ya tenía la "experiencia" con las medias de mi madre, ya sabía qué modelo comprar, de qué medida, y el color: naturales.
Le pedí al tendero las medias, ¡venía feliz! para no levantar sospechas me lleve una chamarra para esconderlas ahí. 
Jamás me pude vestir con comodidad pues mi cuarto siempre estuvo compartido con la de mis hermanas, nos dividía una cortina que dejaba tu privacidad en el sesto de basura, nunca me gusto la idea, pero la situación no daba para más.

Me las ponía cuando estaba bañandome, o cuando se quedaba sola la casa. Hay veces que (con excepción de mi madre que sospecho) las usaba debajo de mi pantalón de niño y nadie percibió nada raro. Me volví tan adicta a las medias que cuando ya no tuve dinero para comprarlas ¡opte por robarlas!. Compraba cosas más baratas en la tienda que les platique, y que no estaban en el mostrador de tal manera que el tendero tuviera que ir hasta la bodega por ellas, y justo en ese lapso aprovechaba para robarle dos o tres pares de medias (aún conservo unas de ala de mosca de ese entonces), nunca me descubrió siempre fui muy rápida y discreta, además era el típico niñ@ "inocente" que no rompía ni un plato, ¡mucho menos robar!.

EL TERCER PARTE AGUAS DE MI TRAVESTISMO.

Estando en la secundaria (todavía) en una ocasión no llego el maestro de la clase de español, era típico en mi escuela que te mandaran al patio a perder el tiempo cuando no llegaba un maestro a que te hicieran "bulling" los alumnos y hasta los putos "maestros"; o bien, mandarte a la "sala de proyecciones" a ver por enésima vez la película que ya habías visto la semana pasada en otra materia, que tedio.
 
En fin, bajo el orientador a informarnos que no tendríamos clase de español, pero que a cambio había que estar en sala de proyecciones para ver la película, con eso pasaría lista de asistencia, pero como era de esos maestros bien barcos y que nadie pelaba, solo los más mensos nos metimos a ver la chingada película, todos los desmadrosos se fueron a jugar fut, y las viejas a echar cotorreo, el chiste es que entramos como seis, o siete alumnos a ver la mentada "película". 
En ese entonces había hecho amistad con un chico tranquilo (creo que igual que yo), buena onda, me gustaba su compañía porque me comprendía, éramos afines en gustos y de vez en cuando me compraba algo de la cafetería, era muy noble. No sé qué mosco le habrá picado ese día que a mitad de película me dice "se me paro", le digo: ¿¡qué!? (todavía ingenua ¡al fin quince años!), ¡que se me paro!, no quieres verlo, voltee y supe de que hablaba.

En cierta parte se me hizo normal porque en sexto de primaria y parte de la secundaria nos da por enseñar "esas partes" para ver a quien ya le salió vello o "quién lo tiene más grande", justo estaba procesado su mensaje cuando ¡zas!, se desabrocho la bragueta y sin preguntarme que saca su pene erecto y me dice mira ¡mira!, ¡no sabía qué hacer!, me saque mucho de onda, jamás había visto un pene que no fuera el mío o el de mí tío cuando estaba cogiendo con su chica, pero verlo así tan de cerca y a detalle...me quede sorprendida, me tomo la mano y me dice, tócalo está duro,.. Deje que llevara mi mano (pues por una extraña razón si sentía curiosidad y ¡sí! quería tocarlo), pero no aguante mucho tiempo y quite mi mano, le dije en voz baja ¡qué te pasa!, el solo sonrió. Tuvimos suerte de que nadie nos observara pues como el salón estaba semi-vacio y nosostros nos sentamos hasta atrás, nadie se dio cuenta.

Me paso como aquella vez, que vi a mi tío darse a su esposa de perrito, esta imagen no me la podía quitar de la mente, lo más raro es que empecé a fantasear con eso, me imagine acariciarlo, apretarlo (no succionarlo, deslecharlo y montarlo, no, todavía no había visto tanta película porno, ni tenía experiencias, ni el deprave que ya tengo el día de hoy), solo acariciarlo y a lo mejor hasta besarlo.

Cada que veía su pantalón me lo imaginaba, que rico era, todo rosita, y duro ¡muy muy duro!...auch!. Hubo una tarde en que estábamos a punto de salir de la secu, (cada quien para su casa) y me dijo quiero que me acompañes a comprar unas cosas en "Aurerra" (todavía existía, por lo menos acá en el DF) me lo decía muy INSISTENTEMENTE, le dije sabes que no puedo, si no llego a la media hora de la salida mi mamá me va a regañar (pues era muy estricta en cuestión de la hora); me dice no, nos apuramos, es más... ¡te pago el pasaje!; el chiste es que por miedo a llegar tarde y al posible regaño, no lo acompañe a esa compra "misteriosa".

En otra ocasión un profesor nos dejó un trabajo en equipo; ¡qué fastidio era trabajar en equipo!, siempre terminabas por hacer el trabajo de los más huevones, en fin dije ni modo, solo que aquí había una variante, no era trabajo para hacer en la escuela, era para hacer en casa, dije ¡no puede ser!. 
Lo único bueno fue que podíamos escoger con quien hacer el trabajo, y obviamente ambos coincidimos en hacerlo juntos, solo nosotros dos, ya que el equipo era mínimo de dos máximo de seis.
Así llegó el Jueves por la tarde, pedí permiso para ir a hacer la tarea y fue como llegue a la casa de mi amigo. Estuvimos platicando, haciendo conjeturas, conclusiones  y bueno terminamos antes de lo previsto. Le digo ya me voy, -no espérate- (me dijo), recuerdas aquella vez te pedí que me acompañaras al Aurerra, si (le dije), pues fíjate que te compré algunas cosas, que la verdad no me animaba a darte, y quiero aprovechar que estás en mi casa para que te las pruebes, solo hay una condición: quiero vértelas puestas, puedes cambiarte ahí en mi cuarto ¿estás de acuerdo? -Si- está bien (hasta ese momento nada se me hizo raro) dije a lo mejor me compro un pantalón o un suéter pues por la situación humilde en la que me encontraba, desafortunadamente nunca tuve para estrenar pantalón o suéter nuevo.

Lo que si termino por sacarme de onda fueron las cosas que me compró, todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Abrí la bolsa y ahí estaba ¡una minifalda azul de estrellitas en la parte de adelante (como de licra)!, una blusita blanca con un corazón en medio y un lápiz labial...

Salí de su cuarto y con la bolsa en la mano le dije -¿es enserio?- (inclusive me dio risa) quieres regalarme esto y que me lo ponga, le dije no… ¡no puede ser que también seas como los demás, eres un ogete! (me enoje pensando que me estaba haciendo una broma de mal gusto)...le avente la bolsa al piso y estaba por salirme cuando me tomo por el brazo y me dijo: ¡No… es enserio!, no quiero ofenderte, pero la verdad es que me gustaría mucho que te pusieras lo que hay en la bolsa, ¡por favor! por lo menos pruébatelos, levanto la bolsa y me la dio de nuevo.
Me quede pensativa... ¡no sabía que hacer!, entonces en mi mente dije ¡sí!, no sé quién estaba más loco de los dos, si él en ofrecerme "algo así" o yo en ¡aceptar!., la amistad estaba por convertirse en algo más.

Está bien me lo voy a poner (me quise hacer la ofendida), lo hice más como autómata que por voluntad, (confieso que tenía muchísimos nervios, pero mi deseo por ponerme la ropa era más, como ¡un sueño hecho realidad!, inclusive, sonara infantil pero pensé que estaba ¡soñando!). 
Para darle un toque extra, me trajo unas pantaletas de su hermana, (que casí era de nuestra edad), las medias y perfume de su mamá. No lo podía creer ¡por fin! estaba vestida como yo deseaba, con una minifalda muy sexy, blusa (que me quedo algo grande porque ni yo recordaba mi talla), y medias…fue de mis primeras y mejores experiencias esa "tarea en equipo", LA PRIMERA VEZ... que "oficialmente" me vestía para otro chico.
 
Para no aburrirlos mucho, y también dejarlos con la intriga en el siguiente relato les diré que sucedió esa tarde con la dichosa "tareita", ya les contaré A DETALLE, espero que les hayan gustado mis primeras anécdotas de como llegue a este bello pero difícil camino del travestismo, besos.












Bienvenidos...Estrenando blog!!!



Hola que tal chicos...¡me da mucho gusto saludarlos!, después de una corta ausencia, estoy de vuelta y...¡estrenando blog!. Sé que esto va a provocar la alegría de muchos y pesar de otros, pero la verdad es que ¡me vale! llegue para quedarme. Quién me seguía en mi etapa de "Karla Ivonne" y "Cinthia Vanessa" (o en algunas páginas de encuentros también me conocieron como "Angie") les comento que será algo muy parecido a lo que ya venía manejando; publicaré vídeos, fotos y relatos que no pueden ser mostrados en you-tube o facebook, pues nunca falta el fracasado coprófago que las reporta (claro después de que ya las saboreo y hasta se hizo una chaqueta mental con ellas).

Este blog abordará mi dualidad en su máxima expresión, aquí les narraré detallitos, consejos, anécdotas, y problemas que se sucitan en mi "doble vida" , trucos para seducirme (implícitos en cada relato, así que van a tener que leer bien cada uno si aspiran a compartir la cama con esta servidora); en concreto: la vida, obra y "milagros de esta chica fantástica que ya le ha robado la inspiración a más de uno, me refiero a "Samara Arlenne", así que si entraste aquí por error te suplicó que abandones este espacio que puede incomodarte. ¡A todos mis seguidores bienvenidos! reciban un abrazo y un beso húmedo...¡pónganlo dónde más gusten!

Poco a poco y en cada relato, foto o vídeo, "desnudaré" mi alma para que conozcan no solo a la "figura" seductora y encamable, si no a la niña interna que vive dentro de mí y que al igual que tu sueña, come, duerme, llora, se encabrona, se excita. Cada mes, publicaré dos entradas que pueden ser fotos, videos, relatos o una combinación de estás tres opciones, si en determinado momento y por falta de tiempo y/o espacio, no me fuera posible publicar las dos entradas prometidas ¡no se preocupen!, pues el siguiente mes, les repondré el contenido que hace falta.
 
Todo el material que observaras en mi blog (tanto fotos, AUTORÍA de los relatos, vídeos etc) ES COMPLETAMENTE DE MI PROPIEDAD, y BAJO EL CONSENTIMIENTO EXPRESO DE LOS PARTICIPANTES.

Ya no les platico más pues, a través de este espacio dejaré que conozcan esa parte que muy pocos conocen....¿TE ATREVÉS?
Espero que les guste el contenido de mi blog, puedes hacer comentarios con tu cuenta de you-tube, o bien dejarme tu "reacción" que son los cuadritos que vienen al final de cada publicación. 

Adicional a esto también publicó contenido erótico que pueden observar a placer en mis diferentes redes sociales (CLICK EN LOS ENLACES)
 
     Click aquí para you-tube
 


 
Para citas pueden consultar los requisitos en mi perfil de facebook, en la sección de información (click en la pestaña información sobre tí): 


Nos leemos en el siguiente post, les agradezco infinitamente su visita, y espero que no sea la primera, ni la última vez que visiten este blog; no me despido pues nos estaremos leyendo en los subsecuentes relatos, les dejo un beso enorme y un abrazo, su amiga y servidora sexual: SAMARA ARLENNE... que tengas ricos orgasmos!!