Aún recuerdo esa noche en la que yo te amé, con tu cuerpo
desnudo hasta el amanecer, me pedías a gritos ¡que te amara otra vez!, tu sentías
mis labios rosando tu piel, yo sentía tus manos en mi estremecer y minuto a
minuto, llenamos de placer. Entre besos y caricias locas, terminamos viendo el
sol, enredados en sábanas blancas nos bañamos en sudor, cuerpo a cuerpo lo
entregamos todo, ¡te entregue hasta el corazón!...solos tu y yo. Aún recuerdo
tu gesto al hacerte el amor, aún recuerdo tu pelo, tu aliento y tu voz, susurrando
a mi oído que ¡no pares por favor!...decidimos unirnos de principio al final, y
como irracionales nos amamos sin parar, fue tan hermoso y tan real.
Aún palpita mi corazón y mi cuerpo se estremece al recordar esas
deliciosas y extenuantes sesiones de amor, que no he podido encontrar. Es
lamentable saber que esos momentos nunca más volverán… ¡no contigo!, atesoraré
esos bellos momentos en mi ser, pero ya no te esperaré más tiempo, todo pasa,
todo cambia, y no es justo para mí, estar esperando algo que sé que no volverá.
Oficialmente hoy regreso, me tome unas semanas para meditar, para reencontrarme
y para darme cuenta que lo más importante de esta vida, son esas pequeñas cosas
que nos hacen mejores como seres humanos, no es cuánto dinero tienes, tu grado
de estudios, tu poder o tu jerarquía, al final de la vida, lo mismo se muere un
respetable ministro, que un humilde barrendero.
Tenía muchas ganas de escribirles desde hace algunas semanas,
pero lamentablemente México vivió (nuevamente) un terrible embate de la
naturaleza, por casualidad (bastante extraña) el mismo día: 19 de Septiembre.
Es lamentable que, no pudiera ayudar, y no porque no quisiera. Estoy atravesando
un momento muy malo (económicamente hablando), prácticamente estoy viviendo al
día, mis deudas han crecido considerablemente, y no me fue posible ni siquiera ayudar
con algo mínimo. Eso sí, tampoco quise ser indiferente ante el dolor ajeno,
precisamente por eso me aleje un tiempo de todas las redes sociales que mantenía
activas, entre ellas mi blog, tenía muchas ganas de contarles tantas cosas,
pero mi lado humano, ¡como siempre! se hizo presente.
Noté mucha indiferencia por parte de nuestra comunidad, que sin
reparo alguno, seguía publicando sus fotos, comentando sus eventos, “presumiendo”
y apartándose por completo de estos sucesos lamentables. Nos quejamos de que la
sociedad no nos da cabida en este mundo certero y cruel, pero la mayoría de la comunidad
LGTTTI se portó así, con actitudes egoístas, totalmente desapegadas y ajenas a
la realidad. Espere dos semanas y media para retomar mis actividades, y no me
arrepiento de haber abandonado de manera parcial mi actividad social, preferí darle
paso a esos mensajes de aliento, de orientación, de información, de
comunicación, y lo reitero no me arrepiento, hice lo correcto.
La mayoría aporto un tanto cuando de lo que tenía, yo cedi mis
espacios para mitigar un poco ese dolor (respetando siempre y en todo momento) y
aportando mi granito de arena, que aunque no represento gran ayuda, y creo que
nadie lo noto, me siento bien conmigo misma, yo no tuve la misma actitud egoísta
que tuvo la mayoría. Hasta los lugares de esparcimiento más reconocidos
prefirieron cerrar esos fines de semana, porque justamente no eran tiempos de celebración
y mucho menos de fiesta, pero la GRAN mypría de nuestra comunidad, prefirió ignorar
la tragedia y seguir promoviendo su figura, que para ellos, fue (es) mucho más impórtate
que cualquier suceso que comprometa vidas humanas. Hoy me siento muy
avergonzada de esta comunidad que se contradice, que por un lado pide compasión
de la sociedad, pero que cuando debe demostrar su lado humano, prefiere darle
la espalda a acontecimientos dolorosos como esté.
Afortunadamente no todos tuvieron esas actitudes, pero sí un 90%
de la comunidad se mostró ajena, apartada de la realidad, les preocupaba perder
likes, suscriptores, mostrando a esa verdadera persona que cohabita con ellos:
UN SER EGOISTA, SIN SENTIMIENTOS, Y QUE NO SIENTE NI UN ÁPICE, NI TIENE EMPATÍA
POR LAS TRAGEDIAS AGENAS. Que lastima me dan ese tipo de personas, que pese a
que todo lo que paso, y de que no sufrieron ni un rasguño, tampoco tuvieron tiempo de notarlo, mucho menos de
agradecer, estaban muy ocupados promoviendo su egoísmo. Agradecí lo bendecida
de no tener que pasar por una situación de pérdida material, o más lamentable
de pérdidas humanas, ojalá que el día de mañana esas personas que prefirieron
ignorar a nuestros hermanos en desgracia, jamás, pero jamás necesiten ayuda, y
no se vean comprometidos en una situación similar, ojalá que ese egoísmo les
sirva también para afrontar en solitario, una situación lamentable, que no
necesiten de nadie, que no pidan ayuda, que se hagan menos como lo hicieron
esta vez, que siempre muestren ese comportamiento inhumano; ¡hasta los
animalitos ayudaron!, ni un animal se mostró tan apartado de la realidad.
Que tristeza me da pertenecer a una comunidad que solo ve el
bien común cuando le conviene, cuando siente vejado sus derechos, cuando se
siente en desventaja, cuando “la sociedad no los comprende”, cuando son
marginados, ¿qué hacemos para que esto no siga igual?. Si la comunidad hubiera
aportado lo más mínimo ese día, no solamente nos hubiéramos consagrado como una
sociedad unida, sino incluyente, nos tocaba a nosotros adherirnos a ese gran
México que siempre ha estado ahí, pero que la mayoría decidió ignorar, decidió
darle la espalda a esa sociedad a la que tanto criticamos, a la que tanto le
reclamamos por no aceptarnos; comunidad LGBTTTI, no te quejes cuando el día de
mañana, la sociedad te excluya, te has ganado cada repudió, cada grosería, cada
prejuicio, y sobre todo mi total y absoluto desprecio por mostrarte tan ajeno,
tan egoísta, por preferir un like, que un “gracias”, por asegurar el comentario
de tus seguidores, que ser portadora de buenas noticias, ojalá que el día de
mañana no sea tu mamá, tu papá, tu hermana, tu hermano, tu tío, tu sobrino, un
ser muy querido que necesite ayuda, ¡o tú mismo! al que le toque experimentar
este tipo de situaciones que te hagan valorar la vida, y sobretodo RESPETAR el
dolor ajeno, siempre lo he dicho, puedes estar de acuerdo o no con algo, o
alguien, pero el RESPETO, ES ALGO QUE NUNCA DEBE DE FALTAR EN UN SER HUMANO, máxime en un desastre natural, como el
ocurrido el 19 de Septiembre del presente año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario