Soy muy afortunada de vivir en un país lleno de bonitas
tradiciones, pese a la influencia de los gringos con su “Halloween”, que ha
provocado una mezcla, un tanto cuanto rara que están adoptando las nuevas
generaciones, solo espero que en un futuro no muy lejano, está fusión no
termine desplazando del todo a está bonita tradición, que lleva siglos en la
memoria de los mexicanos, y sobre todo en sus corazones.
No hay nada similar en el mundo, por eso me llena de orgullo
presumir las tradiciones de mi país, la
ofrenda del día de muertos, las calaveritas, los panteones repletos de esas
bonitas y olorosas flores de cempasúchil, acompañados de música, de comida y
todos conviviendo como cuando la familia estaba completa. Y para no perder esa
bonita tradición, hoy les traigo la típica calaverita que año con año les
escribo, precisamente para seguir preservando esta costumbre, espero que les
guste.
Andaba Samara llorando
Por qué la huesuda
la estaba esperando
A la muerte pretendió
retar
Y le dijo: tú no me
puedes llevar
Ella chillaba embravecida
Pero la muerte convencida
Su hermoso cuerpo
trasladaba
Hasta su última
morada
Arlencita quedo fría
Pues hoy fue su último
día
De sámara dulce
niña
Se acabaron los
relatos
Y también los
buenos ratos
Muchos no
aprovecharon
Y jamás la
copularon
La catrina no falló
Lo que dijo lo cumplió
A samara se llevó
Y un dolor muy grande dejó
Que tengan terrorificas fiestas, y ¡RICOS ORGASMOS!, hasta el siguiente post!!!!
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