Las Aventuras de Samara en casa de la abuela, Chapter 1.

Chicos me da mucho gusto seguir en contacto con todos ustedes. En está ocasión me encuentro en casa de la abuela (es hermana de mi abuela real). Hay veces en las que se llega a quedar sola y cuando tengo oportunidad le voy a hacer compañía. Además claro, se dan las circunstancias perfectas para permitir que Samara emerja desde el fondo de mis pensamientos, y se manifieste tal cuál le gusta estar vestida, ya sea en minivestido, minifalda o una rica lencería atrevida. ¡Eso sí eh!, primero llego a hacer un poco de quehacer, le preparo la cena, vigilo que se tome sus pastillas, un ratito de tele y a dormir. No me gusta venir solamente a abrumarla, me gusta llevarle algo, un pan, una comida…algo tal vez sencillo, pero la idea es no causarle molestias ni gastos innecesarios, por el contrario me gusta ayudarla.

Disfruto como “enana” cuando estoy en su casa, aquí puedo ser yo sin limitantes ni inhibiciones, me fascina y la verdad las horas se me van híper mega rápido. Llegue el viernes 1 de Abril, a las siete de la noche aproximadamente, y créanme…ahí sucede algo raro con el tiempo pues las horas se pasan ¡muy rápido! ¿Será porque me siento muy a gusto?, o simplemente y en verdad las horas allá transcurren de otra manera. Cuando trabajaba en la empresa de mensajería, me gustaba ir los viernes a su casa pues, tenía la oportunidad de salir temprano y como había sábados que no trabajaba, me podía dormir con un delicioso baby doll, y amanecer como me gustaría hacerlo ¡siempre!: como SAMARA ARLENNE.

Me late el ambiente no solo de la casa sino de sus calles, a pesar de que todavía a esas horas pasan algunas motos y automóviles, la casa está ubicada en una zona tranquila, de hecho en otro relato que ya les compartí con antelación, les platique de mis peripecias cuando llegue a su casa vestida de nena POR PRIMERA VEZ. En otras ocasiones ya me había vestido y salido a la calle, aunque sea un momento, pero esa sensación exquisita e indescriptible de caminar por esas calles y disfrutar de su silencio, de una caminata con muchas aventuras a pesar de la corta distancia, y del poco tiempo que estuve transitando, termino atrapándome y cada que puedo voy a casa de la abuela a revivir esas emociones.

Confieso que me gustaría mucho llevar a alguien para pasarla rico, pues tendríamos toda la madrugada además de todas las comodidades, pero es difícil encontrar a alguien confiable, pues como lo reitero cuando voy a casa de la abuela, lo que menos quiero es causarle molestias, además nunca ha sido mi estilo (por seguridad) que mi amante en turno sepa dónde está ubicada la casa de la abuela o mí casa.


No es que no quiera que sepan donde vivo o donde me encuentro, simplemente que, hay chicos muy imprudentes y eso ocasionaría tal vez un problema mayor. Por eso mejor ¡no! y de momento tendré que disfrutar de mi soledad cuando esté en casa de la abuela, con las frías y mudas paredes como testigos. Estar ahí es como volver a ser niña, me relajo, disfruto, me siento plena y satisfecha. Cuento las horas para volver a estar otra vez en casa de la abuela. Me desvele y prácticamente no dormí, tuve que parar a las tres con cuarenta de la mañana, para acomodar mis cosas en mi maleta, que ya para ese entonces era un relajo, medias por aquí, tangas por allá, vestidos regados por todo el cuarto. Y es que me gusta tener en orden mis cosas, así que después de tomar el último vídeo, me apresuré, posteriormente barrí y limpie el cuarto que me presta la abuela, revise que no dejará rastros o huellas de Samara; ¡ya eran las cinco de la mañana!. Justo estaba por tomar una pequeña siesta para recuperarme, aunque a decir verdad no tenía sueño, pues estaba muy a gusto y emocionada.

Sin embargo no pude dormir, pese a que lo intenté; a unos metros de casa de la abuela estaban unos chicos, de esos que se sienten salidos de una “narco nóvela” pero que no tienen ni para irse a un bar o cantina y prefieren estar molestando a los vecinos, haciendo escándalo con su molesto estéreo toda la santa madrugada y parte de la mañana. Estuve como semáforo, abriendo y cerrando los ojos, observe la hermosa puesta de sol, ya para ese momento el sueño me estaba venciendo, yo quería dormitar un poco más pero ya iban a dar las siete de la mañana, y la abuela estaba por levantarse; había que prepararle el desayuno.

Me eche un poco de agua tibia en el rostro para despejarme, y me fui a la cocina a hacer unos huevos, jugo de naranja y picar un poco de fruta. Lo llevé hasta el cuarto de la abuela, ella ya me esperaba con una gran sonrisa. Tuve que irme de su casa, casi después del desayuno pues en unas horas mis parientes llegarían de su trabajo. Me despedí con un tierno beso en la mejilla y partí de su casa con tanto sueño, que todo el día padecí y no fue hasta la tarde cuando tuve que ceder y tomar un descanso para recobrar energías. Aunque si me preguntan ¡sí!...si vale la pena desvelarse y sacar a esta niña hermosa a que disfrute y se sienta plena,

 
Y bueno chicos, hablando de otros temas, les quiero compartir el siguiente vídeo donde disipo algunas dudas que se presentan frecuentemente, y que hay algunos chicos que lo comprenden y, saben que no les miento; pero otros más se llegan a molestar, y para que no pase eso o se vayan con la imagen de que soy grosera, les pido que por favor vean el siguiente vídeo. Ya estaré compartiéndoles en la siguiente publicación, un vídeo más de las "Aventuras de Samara en casa de la abuela". Que tengan ¡ricos orgasmos!, bye chicos.